La incorporación de la Medicina Natural, Tradicional y Bioenergética a la práctica profesional no como método alternativo, sino como verdadera disciplina científica que es necesario estudiar, perfeccionar y desarrollar permanentemente, emergió como una de las conclusiones del VI Congreso Internacional de esa disciplina, clausurado este viernes en Holguín.
Bernardo
Acosta Martínez, presidente de ese evento en el resumen,
afirmó que dejó un caudal de conocimientos para
la aplicación de más eficaces e inocuos procederes
de prevención, diagnostico, curación y rehabilitación
de los pacientes.
Tal realidad es el fruto del trabajo desplegado durante tres días
en esta ciudad del oriente cubano por 134 especialistas de casi
una veintena de países de América, Europa y Asia
y los representantes de las provincias del país.
El Congreso, que contó también con
el I Simposio Internacional de Tratamiento del Dolor con técnicas
no farmacológicas, permitió la discusión
de cerca de 60 ponencias. Esos estudios abordaron aristas novedosas
de temas de la acupuntura, fito y apiterapia, homeopatía,
terapia neural, magnetoterapia, ozono, masajes, peloides y otros,
que ampliaron los horizontes del saber. Pero
también mostraron la trascendencia de continuar profundizando
en la aplicación de métodos científicos que
validen cada día más, las distintas expresiones
y formas de la medicina bioenergética y natural.
Pues cierto es que, a veces, no se logra mostrar
la cientificidad de los exitosos y profundos resultados diagnósticos
y terapéuticos que se obtienen en la cotidianidad.
Esta fisura la tratan de aprovechar grupos de pensamiento
hipercrítico para desacreditar la Medicina bioenergética,
muchas veces inspirados o simplemente aliados de las poderosas
empresas de medicamentos de síntesis química o de
gremios médicos que siente temor de la competencia.
Tales son los resortes que mueven generalmente
a los detractores para presionar a los Ministerios de Salud de
numerosos países para que no acepten estas formas de la
Medicina no occidentales.
Incluso desconociendo el pronunciamiento de la
Organización Mundial de la Salud, de aprobación
del empleo de la Medicina bioenergética y natural como
herramienta contributiva al propósito de Salud para Todos
lanzado en el año 2000, por cierto incumplido y hasta muy
lejos de cumplirse por una gran cantidad de países.
En Cuba, sabiamente, la dirección de la
Revolución orientó y controla el uso de estos procederes
y más aún, la integró a la Medicina convencional
en la estrategia asistencial y docente de la nación, sustento
de la calidad del sistema de Salud cubano.
De hecho, la actual Medicina nacional es resultante de las experiencias
acumuladas con el empleo de la occidental y la natural y bioenergética,
para devenir en holística.
Hoy el país, en mejores circunstancias económicas
que cuando se introdujeron masivamente estas prácticas
médicas en la cotidianidad cubana, fortalece su uso y desarrollo.
En el acto de despedida fueron reconocidas un grupo
de destacadas personalidades de la Medicina natural de Cuba y
los restantes países participantes, así como organismo
e instituciones que colaboraron en su materialización.
También la ocasión resultó propicia para
que 20 médicos ecuatorianos recibieran sus títulos
de especialistas en Medicina Biológica y ámbito
para la convocatoria del VII Congreso en el 2010.
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