Diversos estudios demuestran que la obesidad aumenta la posibilidad de
desarrollo de enfermedades cardiovasculares, tanto en hombres como en
mujeres. Y el exceso de peso produce acumulación de colesterol en las
paredes de las arterias, por lo que riesgo de aterosclerosis también se
hace presente.
Así lo confirman datos aportados por el Ministerio de Salud
(Minsal), que indican que el 22 por ciento de las enfermedades
cardiovasculares son atribuibles a la obesidad.
Asimismo, un ranking internacional sobre esta enfermedad, publicado en febrero de 2007 por la revista Forbes, coloca a Chile en el segundo lugar de Latinoamérica en cuanto al desarrollo de la enfermedad con 65,3 por ciento.
Estas cifras rojas comprueban que esta patología no sólo es cuestión
de peso, sino que es una amenaza latente para el cuerpo, pues
afecciones como la hipertensión o diabetes, además del riesgo al
corazón, pueden presentarse y poner en jaque a la salud.
La doctora Mónica Acevedo, cardióloga de la Universidad Católica
explica que "el exceso de peso aumenta la presión arterial, los niveles
de colesterol LDL (o colesterol malo) y los triglicéridos, así como
también, baja los niveles del colesterol HDL (o colesterol bueno) y es
un predisponente importante para desarrollar diabetes".
Asimismo, la obesidad ha sido definida como la epidemia del siglo
XXI ya que trae consigo complicaciones mayores, aparte de los kilos de
más.
En palabras de Alex Escalona, cirujano digestivo del Centro de
Tratamiento de la Obesidad UC, entre las patologías cardiovasculares
más frecuentes atribuibles a esta condición están el infarto al
miocardio y la aterosclerosis, enfermedades altamente mortales que
comprometen seriamente nuestra salud.
La obesidad se presenta cuando el tejido graso del cuerpo aumenta, debido al exceso de grasa y colesterol que hay en él.
Las frituras y la clásica comida "chatarra" tienen altos índices de
grasas saturadas y ácidos grasos trans, agentes responsables de la
ateresclerosis e infartos al corazón, pues se acumulan en las paredes
de las arterias, impidiendo el normal flujo sanguíneo por éstas.
¿Cómo saber si padece obesidad?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice de masa
corporal (IMC) es una fórmula para calcular si una persona presenta o
no el peso adecuado de acuerdo con su altura y contextura física.
Dicho índice es normal cuando es entre 18 y 23 en el caso de las
mujeres y entre 20 y 25 para los hombres. La forma de calcular el IMC
es muy simple: basta multiplicar la altura por si misma y el resultado
dividirlo por el peso corporal correspondiente.
Cuando este número excede el 28 en caso de las mujeres y 30 en los hombres, estamos frente a un cuadro de obesidad.
En este caso, la persona debe pedir ayuda a un nutricionista, quien
se encargará de hacerle una dieta equilibrada con la cantidad de
calorías exactas que debe consumir de acuerdo a su estilo de vida, el
cual varía para cada tipo de persona.
Factores que ponen en riesgo la salud
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake
Forest, en Estados Unidos, demostró que la obesidad está asociada con
distintos factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares como por ejemplo acumulación de calcio en las
arterias, lo cual sería un índice de enfermedades cardiovasculares (17
por ciento) y engrosamiento de las paredes arteriales, lo que incidiría
en aterosclerosis (45 por ciento).
De este mismo estudio se desprende que, si la persona presenta
obesidad, más alto será su índice de masa corporal, por lo que más
negativos serán los niveles de colesterol y glucosa presentes en la
sangre, con lo que se presenta el escenario propicio para el desarrollo
de enfermedades cardiovasculares y aterosclerosis.
Según estadísticas del Ministerio de Salud (Minsal), uno de cada
cinco chilenos es obeso y la cantidad de mujeres con la enfermedad
alcanza al 27,3 por ciento mientras que el 19,2 por ciento afecta a los
hombres. Asimismo, se estima que para el año 2010 habrá 7,5 millones de
adultos obesos y 1,5 millones de niños en igual condición.
"La obesidad eleva las sustancias pro inflamatorias en la sangre,
contribuyendo a las complicaciones de la enfermedad aterosclerótica, lo
que se asocia, además, a una mayor mortalidad global y a algunos tipos
de cáncer", explico la doctora Acevedo, refiriéndose a los riesgos que
conlleva llevar una dieta rica en alimentos grasos y fritos, como las
clásicas hamburguesas y papas fritas, símbolos de la comida rápida, la
cual se ha convertido en la solución nada de saludable para "salir del
paso" en cuanto a la alimentación.
Cómo tratarse
Uno de los tratamientos más comunes y efectivos para combatir la
obesidad es la cirugía bariátrica la cual busca que la ingesta de
alimentos y aporte de calorías sea el menor posible, para que así la
persona no exceda del peso que le corresponde.
Existen tres tipos de intervención. Uno es el balón intra gástrico,
el cual, mediante un proceso ambulatorio, es colocado en el estómago
del paciente e inflado con suero fisiológico para minimizar la
sensación de hambre y con ello disminuir la ingesta de calorías.
Por otro lado, el by pass gástrico se realiza con el fin de
reducir considerablemente el tamaño del estómago para que éste se sacie
con la menor cantidad de comida posible y finalmente, está la banda
gástrica ajustable la cual consiste en amarrar el estómago para tener
una cavidad pequeña, con lo que se disminuye drásticamente el peso.
Estos tratamientos, más el seguimiento de una dieta equilibrada y la
realización de actividad física constante, son los consejos que la
población debe seguir para ganarle, de una vez por todas, la batalla a
esos kilos de más que pueden poner seriamente en riesgo nuestra salud. |