El dopaje del futuro tenderá a la genética y representará un reto para los controles |
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Diario Médico (por Karla Islas Pieck)
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Friday, 25 de July de 2008 |
La evolución de la investigación biomédica, y en concreto de la terapia génica, no sólo ayuda a mejorar o curar algunas enfermedades, sino que también abre la puerta a nuevas posibilidades de aumentar el rendimiento humano. Estos avances pueden desencadenar nuevas formas de dopaje en los deportistas de élite.
El dopaje genético, que nace de la mano de los descubrimientos sobre
nuestros genes y las posibilidades de incidir en algunas conductas del
organismo, plantea nuevos retos para la detección y control de estas
alteraciones, según ha explicado Jordi Segura, director del Laboratorio
Antidopaje del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona
(IMIM-Hospital del Mar).
En el congreso Euroscience Open Forum
(ESOF 2008), que se celebra estos días en Barcelona, ha precisado a
Diario Médico que las técnicas de imagen podrían ser de utilidad para
confirmar algunas alteraciones genéticas con fines de dopaje.
Detección de EPOUn
estudio experimental dirigido por el IMIM ha concluido que una técnica
externa de imagen del mensajero del ácido ribonucleico (ARNm) permite
detectar la expresión del gen de la eritropoyetina (EPO) en los
músculos de los ratones. Los investigadores partieron de la hipótesis
de que las técnicas de imagen podrían ser de utilidad para monitorizar
con éxito la terapia génica; el siguiente paso será probarlo en humanos
en los próximos años.
Estos hallazgos podrían ser de utilidad
para desarrollar nuevas técnicas de confirmación antidopaje en los
casos de sospecha. El estudio, en el que han participado grupos del
Centro de Regulación Genómica de Barcelona, la Universidad Pompeu Fabra
y el Instituto de Alta Tecnología del Parque de Investigación
Científico de Barcelona, se ha realizado en el marco del proyecto
Imagene, con el apoyo de la Agencia Mundial Antidopaje.
Segura
ha admitido que la lucha contra el dopaje "tiene muchas limitaciones",
ya que las sustancias que se emplean hoy en día son muy similares a las
que produce el organismo y es muy complicado determinar si ha existido
una alteración externa.
Actualmente, en los casos en los que los
resultados de los análisis no son determinantes, se opta por
considerarlos negativos con el objetivo de "no acusar a inocentes".
Esta realidad podría influir en la decisión de algunos deportistas para
asumir los riesgos que conlleva esta práctica, que pone en riesgo no
sólo su carrera sino su salud.
Ya en la Antigua Grecia...La
utilización de sustancias o de otros métodos para mejorar el
rendimiento es tan antiguo como el propio deporte de competición. Se
sabe que los atletas que participaban en las Olimpiadas de la antigua
Grecia (IV-VIII a. C.) utilizaban dietas especiales y pociones
estimulantes para aumentar su capacidad.
No fue hasta principios
del sigo XX cuando se pensó en la necesidad de controlar el uso de las
sustancias dopantes en el deporte. Inicialmente no existían medios para
detectar la presencia de estas sustancias, pero los avances científicos
permitieron instaurar progresivamente el control antidopaje a partir de
la década de 1960 por parte del Comité Olímpico Internacional y de las
principales federaciones deportivas.
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