Un estudio realizado por investigadores de la Comunidad Valenciana recomienda a las gestantes consumir al menos 200 gramos diarios de estos alimentos.
Las embarazadas que consumen 200 gramos diarios de frutas y
verduras "reducen a la mitad el riesgo de que su hijo nazca con bajo
peso" y posibilitan un "desarrollo físico correcto durante los primeros
meses de vida" del niño, según se desprende de un estudio elaborado por
el equipo multidisciplinar del Proyecto Infancia y Medio Ambiente de la
Comunidad Valenciana, formado por miembros del Hospital Universitario
La Fe de Valencia, de la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud y
de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
Los primeros resultados de este estudio, realizado a cerca de 800
mujeres y a sus hijos menores de un año, constatan que las embarazadas
"no tienen una dieta adecuada" y que "están expuestas a riesgos
ambientales que pueden influir en el desarrollo del feto y del niño en
edad temprana", informaron fuentes de la Comunidad Valenciana en un
comunicado.
La finalidad del proyecto, cuyos resultados han sido presentados
en el Hospital La Fe de Valencia, es "detectar los posibles déficits
nutricionales", así como "los riesgos de la exposición a la
contaminación ambiental", por lo que "se tuvo en cuenta la
alimentación, tanto de la gestante como del niño", señalaron.
Además, los resultados indican que las embarazadas "deberían tomar
suplementos de ácido fólico antes de quedarse en estado y continuar con
una cantidad adecuada durante el embarazo". Sin embargo, según se
desprende del proyecto, sólo el 30% de las gestantes inició su consumo
antes de la concepción y sólo en un 20% de los casos la dosis
sobrepasaba la cantidad recomendada de forma preventiva. Además, un 64%
de las futuras madres refieren consumir sal yodada.
El estudio refleja que cerca del 40% de las jóvenes valencianas
fumaban al comienzo de su embarazo, un porcentaje cuatro o cinco veces
superior a otros países europeos, donde sólo un 10% de las madres fuma
durante la gestación, afirmaron, y añadieron que aquellas mujeres que
no eran fumadoras estaban expuestas al humo del tabaco a través de
familiares o amigos.
Además, el 20% de las embarazadas estaban expuestas a productos
químicos en su ambiente laboral, apuntan las mismas fuentes, y explican
que debido a las exposiciones ambientales y laborales, así como a la
posible presencia de contaminantes en los alimentos, los niños "pueden
heredar las consecuencias de esta presencia de sustancias nocivas en el
ambiente".
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