Un estudio realizado por la doctora Jazmín Vera Rufinelli, jefa de la
cátedra de Endocrinología y Nutrición de la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional de Asunción (UNA), señala que solo en Asunción y
su Área Metropolitana el 65% de la población de más de 1,5 millones (6
de cada 10) tiene sobrepeso. “Es una tercera parte de la población, es
elevadísimo”, estimó la parlamentaria, quien elaboró la propuesta de
ley junto con los diputados Gustavo Mussi y Juan Antonio Denis.
El objetivo es la creación del Programa Nacional de Lucha contra la
Obesidad, que funcionará en la órbita del Ministerio de Salud.
Se
pretende de esta manera que la obesidad sea considerada en Paraguay
como una enfermedad, tal como lo es en otros países e incluso aceptada
como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La
obesidad genera más enfermedades que el tabaquismo y el alcoholismo,
según estadísticas de la OMS. Lo importante es que se instale en el
imaginario colectivo de que es una enfermedad y que tenemos que tratar
de revertir el deterioro de la calidad de vida”, apunta la diputada.
Comentó
que así como en los Estados Unidos se inició una gran campaña contra la
denominada comida chatarra, esta ley también apuntará a combatir el
consumo de alimentos con bajos nutrientes en Paraguay.
“Acá
nadie quiere prohibir, nadie quiere multar, ni penalizar, lo que se
quiere es ayudar y educar para cambiar los malos hábitos alimenticios”,
aclaró.
A criterio de la proyectista, la obesidad es la madre de
varias enfermedades cuyos tratamientos se constituyen en un gran gasto
para el Estado, y en ese sentido se debe apuntar a la medicina
preventiva.
El proyecto de ley cuenta con 12 artículos. Uno de
ellos señala que con la creación del programa se pretende prevenir las
enfermedades asociadas a la obesidad tales como la diabetes, la
hipertensión arterial, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares,
entre otras.
Asimismo, establece que la autoridad de aplicación,
en este caso el Ministerio de Salud Pública, promoverá la conformación
de un consejo asesor para la lucha contra la obesidad; y declarará de
interés nacional la promoción, el estímulo y desarrollo del consumo de
frutas, verduras, hortalizas y lácteos, “como componentes
imprescindibles de una dieta cotidiana equilibrada y saludable”.
Indica
igualmente que el Ministerio de Salud deberá coordinar acciones con la
cartera de Educación para capacitar a educadores, trabajadores sociales
y operadores comunitarios “en todo lo relativo a obesidad y sobrepeso,
para detectar conductas de riesgos y las situaciones patológicas”.
En
otro artículo, la legislación señala que la cartera de Salud
establecerá los alimentos que podrán ser “expendidos en los
establecimientos educativos, haciendo hincapié en la calidad
nutricional de los mismos” y se prohibirá la venta de los productos
considerados “desfavorables para ser incluidos en la dieta de menores”.
Ejemplo argentino
En
Argentina se debate desde hace meses un proyecto de ley de obesidad,
que ya tuvo su aprobación parcial en la Cámara de Diputados de ese país.
El
proyecto tiene por objetivo la prevención, diagnóstico y tratamiento de
la obesidad considerada como enfermedad, con el carácter de política
pública en el ámbito de la provincia.
Plantea que las
autoridades deben facilitar “el acceso de la población a la educación
sanitaria relacionada con los alimentos considerados saludables para
combatir la obesidad, concienciando a la población que la afección trae
asociada otras enfermedades tales como: diabetes, hipertensión
arterial, cáncer, enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular”.
También en el Uruguay se discute una legislación similar.
El problema se inicia cada vez más temprano
Siete
de cada diez niños tienen sobrepeso y dos son obesos, según una
investigación realizada por nutricionistas del país y presentada
durante el último Congreso sobre Nutrición que se llevó a cabo el año
pasado en Asunción. Para especialistas en cardiología, la cifra es
preocupante, sobre todo por el incremento de los casos, cuyos factores
predominantes son el sedentarismo y la alimentación inadecuada.
A esta problemática, se suman los casos de hipertensión infantil, que según los especialistas, afecta a 10 de cada 100 niños.
El
consumo en exceso de las comidas chatarra, de golosina, gaseosas, el
sedentarismo y las prolongadas horas frente al televisor, son las
principales causas de este fenómeno.
Preocupados por la
situación, los responsables del Programa de Educación del Instituto
Nacional de Prevención Cardiovascular del Ministerio de Salud y la
Sociedad Paraguaya de Cardiología, impulsaron el proyecto denominado
Vida, que desde el año pasado se implementó como un programa piloto en
10 instituciones educativas, cinco de las cuales son de Asunción y las
otras restantes del departamento Central.
El objetivo del
proyecto es cambiar la conducta alimentaria del niño a partir de la
escuela, a través de las “cantinas saludables”.
El proyecto de
ley de lucha contra la obesidad, en su artículo 7º señala que el
Ministerio de Salud debe establecer un “Día Nacional de Lucha contra la
Obesidad Infantil y Adolescente” para que los pediatras y especialistas
del área niñez, concurran a las instituciones escolares “a fin de tomar
el peso, la talla y otras mediciones antropométricas de los alumnos”
para una detección precoz de sobre peso.
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