Los suplementos con ajo reducen la presión igual que algunos antihipertensivos, indicó una revisión de estudios publicados.
"El uso de suplementos con ajo sería una alternativa
aceptable o una terapia complementaria para la hipertensión",
escribió el equipo dirigido por la doctora Karin Ried, de la
University of Adelaide, en el sur de Australia. Los estudios realizados hasta ahora sobre el ajo y la
presión sanguínea obtuvieron resultados "no concluyentes",
mientras que el último meta análisis, que incluyó los
resultados de varias investigaciones, se limitó a estudios
realizados hasta 1994. Para dar una perspectiva actualizada, el equipo incluyó los
últimos análisis publicados, que fueron 11 y compararon ajo con
el placebo. En la mayoría de los estudios, los participantes recibieron
ajo en polvo como un suplemento estándar. Las dosis oscilaron
entre 600 y 900 miligramos (mg) diarios, durante 12 a 23
semanas. Cuando los autores reunieron los datos de los estudios
hallaron que el ajo reducía la presión sistólica (el valor más
alto de lectura) unos 4,6 mm Hg. Un análisis sólo de los participantes con presión alta
demostró que el ajo reducía la presión sistólica unos 8,4 mm Hg
y la diastólica (el valor más bajo de lectura) unos 7,3 mm Hg.
Cuanto más alta era la presión al inicio del estudio, mayor era
la reducción con el consumo de ajo. El equipo señaló que los efectos eran similares a los de
los antihipertensivos más utilizados, como los betabloqueantes,
que reducen la presión sistólica unos 5 mm Hg, y los
inhibidores de la ECA, que disminuyen unos 8 mm Hg la presión
sistólica. La dosis de entre 600 y 900 mg utilizada en los estudios
equivale a entre 3,6 y 5,4 mg del ingrediente activo del ajo,
la alicina, explicaron los autores. Un diente de ajo fresco
contiene entre 5 y 9 mg de alicina. El equipo sostuvo que reducir la presión sistólica de la
población general unos 4-5 puntos y la presión diastólica unos
2-3 puntos disminuiría hasta un 20 por ciento el riesgo de
desarrollar enfermedad cardíaca y de mortalidad por causas
cardíacas. Los investigadores concluyeron que se necesitan más
estudios para determinar si los suplementos con ajo tendrían un
efecto de largo plazo sobre el riesgo de enfermedad cardíaca.
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