Las autoridades sanitarias y de justicia penal han de proporcionar servicios orientados específicamente a los consumidores de drogas, en especial a los de drogas inyectables, para prevenir y tratar la tuberculosis y la infección por el VIH. La tuberculosis es una importante causa de mortalidad entre las personas con VIH, pero los consumidores de drogas que son seropositivos han de superar la estigmatización, la discriminación, y múltiples barreras para acceder a los tratamientos que pueden salvarles la vida.
Se publican hoy unas nuevas directrices, encaminadas a reducir esas
muertes evitables, por ejemplo, mejorando el acceso de los consumidores
de drogas infectados por el VIH a los medicamentos antirretrovirales y
a la isoniazida. La profilaxis con isoniazida disminuye
significativamente el riesgo de que las personas con VIH contraigan la
tuberculosis, pero aún no se utiliza ampliamente.
Se trata de las primeras recomendaciones para que el tratamiento de la
tuberculosis y el VIH se incluya activamente en el marco de la atención
que reciben los consumidores de drogas. Forman parte de la serie Evidence for Action y se basan en las orientaciones normativas sobre la tuberculosis y el VIH y sobre el consumo de drogas inyectables.
Incluso en los lugares donde se dispone de profilaxis con isoniazida,
el personal de salud y de atención periférica tiene muchos problemas
para proporcionar una asistencia plena a los consumidores de drogas,
que a menudo viven marginados, sin techo, en la pobreza, en prisión y
acosados por la hostilidad política y pública. Esos factores favorecen
la transmisión del VIH y de la tuberculosis, y a la vez suponen un
obstáculo para su tratamiento, y para el tratamiento de la
drogodependencia.
Para velar por que todos los consumidores de drogas, incluidos los
reclusos, se puedan beneficiar de la prevención de la tuberculosis y el
VIH, y de su tratamiento y atención, la OMS, el ONUSIDA y la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito han elaborado unas
directrices normativas integradas para la prestación conjunta de
servicios de control de la tuberculosis y el VIH destinados a los
consumidores de drogas inyectables y otros estupefacientes. Las medidas
[1] tienen por objeto superar los obstáculos que impiden la mejora de
la salud, presentar una serie de intervenciones fundamentales, y
mejorar la coordinación y la planificación entre quienes están en
contacto con los consumidores de drogas inyectables y otros
estupefacientes.
El VIH debilita el sistema inmunitario de los infectados, por cuya
razón tienen una probabilidad 50 veces mayor de contraer la
tuberculosis a lo largo de su vida que las personas que no están
infectadas por el VIH. Si no reciben el tratamiento adecuado, la
mayoría de las personas con VIH mueren a los dos o tres meses de
enfermar de tuberculosis. En 2006, 231 000 personas murieron de
tuberculosis estando infectadas por el VIH. Muchas de esas muertes
hubieran podido evitarse.
En la actualidad, una de las principales vías de transmisión del VIH es
el consumo de drogas inyectables de modo insalubre. Dejando África
aparte, un tercio de las nuevas infecciones por VIH se puede atribuir
al consumo de drogas inyectables de modo insalubre. En algunas zonas de
Europa oriental y el centro de Asia, incluso se llega a los dos tercios
de las nuevas infecciones. En partes de Europa oriental, los
investigadores han constatado una importante asociación entre el VIH y
la tuberculosis multirresistente.
Afrontar la tuberculosis concomitante con el VIH es uno de los temas
fundamentales de la conferencia que celebra en 2008 la Sociedad
Internacional del SIDA, que tendrá lugar dos meses después de que los
dirigentes mundiales hicieran un llamamiento para rebajar drásticamente
el número de muertes por tuberculosis/SIDA antes de que concluya 2015,
con ocasión del Foro de dirigentes mundiales celebrado en la sede de
las Naciones Unidas, en Nueva York.
[1] Resumen de las 13 recomendaciones formuladas en las directrices
normativas integradas para la prestación conjunta de servicios de
control de la tuberculosis y el VIH destinados a los consumidores de
drogas inyectables y otros estupefacientes:
Planificación conjunta:
- Coordinación multisectorial de las actividades de control de la tuberculosis y el VIH destinadas a los consumidores de drogas
- Planes nacionales con funciones y responsabilidades para los dispensadores de servicios
- Formación del personal para contar con equipos eficaces
- Investigaciones operativas sobre servicios de tuberculosis/VIH para los consumidores de drogas
Intervenciones fundamentales:
- Control de la infección tuberculosa en instituciones colectivas, incluidas las prisiones
- Protocolo de detección de casos de tuberculosis y VIH para los servicios que atienden a consumidores de drogas
- Acceso de los consumidores de drogas a los tratamientos adecuados
- Profilaxis con isoniazida para los consumidores de drogas con VIH
- Evaluación y facilitación de métodos de prevención de la infección por el VIH por parte del personal de salud
Superación de los obstáculos:
- Acceso universal de los consumidores de drogas a
intervenciones de prevención, atención y tratamiento de la tuberculosis
y el VIH, así como a servicios de tratamiento de la drogodependencia
- Prestación de servicios médicos de calidad a los prisioneros
- Medidas de apoyo al cumplimiento terapéutico para los consumidores de drogas
- La
presencia de otras infecciones (p.ej., la hepatitis) o factores no
deberá impedir que los consumidores de drogas reciban tratamiento
contra el VIH y la tuberculosis.
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