El peso que el bebé de una mujer obesa tendrá al nacer se puede predecir con bastante precisión entre las semanas 34 y 36 de gestación, a través de un cálculo que incluye controles fetales por ultrasonido.
La descripción del método y de su tasa de precisión fue
publicada en la revista Ultrasound in Obstetrics and
Gynecology. El equipo dirigido por la doctora Loralei L. Thornburg, de
la University of Rochester, revisó las historias clínicas de
1.382 embarazadas, a las que se les habían realizado estudios
fetales por ultrasonido entre las semanas 34 y 36. Los expertos evaluaron a 357 mujeres obesas y 1.025 no
obesas. Las primeras se subdividieron en tres grupos, según la
gravedad de la obesidad. El cálculo por ultrasonido "pudo predecir el peso real de
nacimiento con un rango de error del 20 por ciento para todos
los grupos en más del 90 por ciento de los casos", indicó el
equipo. El test determinó también si el bebé sería anormalmente
grande. "En general, el estudio por ultrasonido es una de las
mejores herramientas disponibles para el obstetra y nos
permitió medir y evaluar objetivamente al feto", comentó
Thornburg a Reuters Health. La obesidad, en especial la mórbida, reduce
significativamente la visualización y la evaluación del feto a
través del ultrasonido. "El mayor valor del (nuevo) método (de cálculo) en
pacientes obesas es su capacidad de excluir (bebés anormalmente
grandes) en todos los grupos de pacientes obesas y de mejorar
nuestra capacidad de asesorar a las pacientes sobre los riesgos
y las opciones de parto", dijo. "Las pacientes obesas necesitan más ultrasonidos durante el
embarazo que las mujeres no obesas, dado que el seguimiento y
la evaluación del crecimiento fetal a través del examen físico
es más difícil en las embarazadas obesas", finalizó Thornburg.
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