Un equipo de Medicus Mundi de Barcelona ha llevado a cabo en la región
mozambiqueña de Gaza un novedoso proyecto, en el que el cine tiene un
papel fundamental, con el que pretende reducir al máximo el número de
niños nacidos con el virus del sida.
En Mozambique, donde entre el 19% y el 23% de la población está
afectada por el VIH, "es muy difícil hablar de sida porque es una
enfermedad tabú. Tienen miedo. Hablar de sida implica tratar en voz
alta el estigma ligado a la enfermedad, con todas sus connotaciones
históricas, sociales, sexuales, etc.", comenta la responsable del
proyecto, la médico y antropóloga María Cristina Álvarez de Gregori.
Ante este panorama, el reto de Medicus Mundi era buscar una
herramienta que cumpliera el doble objetivo de difundir información
para prevenir el sida y acabar con el silencio que tanto daño hace en
la lucha contra esta enfermedad. Una exposición en Sudáfrica titulada
"Pasos para el futuro" les dio la solución: rodar una película. "Las
películas crean opinión, debate, porque cada uno tiende a identificarse
con determinados personajes", señala Álvarez de Gregori.
La cinta, titulada "El silencio de la mujer", está dirigida por uno
de los cineastas más reconocidos de Mozambique, Gabriel Montlane, y
cuenta con el apoyo de la Unión Europea (UE) y de la Agencia Catalana
de Cooperación. Cuenta la historia de una mujer joven, sin hijos, con
problemas para quedarse embarazada. Cuando sabe que espera un bebé, es
informada también de su condición de seropositiva.
La película, que está rodada con personas de la calle, se usará en
los programas de Maternidad Segura y Prevención de la Dirección de
Salud de Mozambique con la finalidad de que se abra el debate y se
rompa el silencio sobre el sida en la sociedad mozambiqueña.