Investigadores pueden haber encontrado la forma de detener el reloj
biológico que envejece nuestros cuerpos con el paso del tiempo.
Un equipo de Estados Unidos piensa que pudo haber hallado los
disparadores genéticos que ayudarían a estimular un sistema vital para
limpiar las proteínas defectuosas dentro de nuestras células.
La revista Nature Medicine reportó que los hígados de ratas viejas
genéticamente alteradas funcionaron tan bien como los de animales más
jóvenes.
Los científicos sugirieron que esto podría algún día ayudar a
los seres humanos a lidiar con las enfermedades cerebrales progresivas,
como el Alzheimer y el mal de Parkinson.
El grupo, de la Universidad Yeshiva de Nueva York, se focaliza
en un proceso que es esencial para el desempeño apropiado de las
células.
Los químicos fundamentales de las células -las proteínas-
tienen a menudo un corto tiempo de vida y necesitan ser removidos y
reciclados lo más rápido posible.
El cuerpo tiene un sistema para realizar específicamente esa
función, pero se vuelve progresivamente menos eficaz a medida que
envejecemos.
Esto conduce a disfunciones progresivas en los órganos más
importantes -el corazón, el hígado y el cerebro- algunas de las cuales
producen enfermedades en personas de edad avanzada.
"Proteína eficaz"
La doctora Ana María Cuervo, de Yeshiva, creó un tipo de rata con dos alteraciones genéticas.
La primera, cuando era activada, estimulaba el número de
receptores celulares específicos relacionados con esta función de
reciclaje de proteínas, mientras que la segunda permitía que la primera
fuera accionada cuando la doctora Cuervo lo deseara con sólo modificar
la dieta del roedor.
Cuervo esperó hasta que las ratas alteradas genéticamente
tuvieran seis meses -el punto en el que empieza el declive del sistema
de reciclaje proteico- para activar el gen receptor.
Al ser examinadas a los dos años de edad, las células hepáticas
de estas ratas eran por lejos más eficaces en reciclar proteínas que
las de las ratas normales.
Cuando se examinó la función del hígado de las ratas viejas y
genéticamente alteradas, éstas se comportaron a un nivel comparable al
de las ratas mucho más jóvenes.
"Estos resultados muestran que es posible corregir esta
proteína que se va volviendo defectuosa a medida que envejecemos, lo
que quizás nos ayudaría a disfrutar una vida más saludable en la edad
madura", dijo la doctora Cuervo.
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