Médicos de la Escuela de Medicina John Hopkins descubrieron un raro
caso de VIH en Baltimore (Maryland) que renueva las esperanzas de
encontrar una vacuna contra el SIDA.
El extraño caso se da en una pareja, que lleva varias décadas
conviviendo, y en el que el hombre contagió el VIH a la mujer, pero
mientras el hombre debe tratarse con gran cantidad de medicamentos, en
un cóctel de drogas poco saludable, la mujer no tiene ninguno de los
síntomas propios del SIDA.
A diferencia de su esposo, la mujer siempre tuvo un nivel viral
por debajo de las 50 copias por mililitro cúbico de sangre, y no ha
necesitado ningún tipo de tratamiento para mantener la enfermedad bajo
control. Por su parte, el marido, que cogió el virus cuando era
consumidor de droga por vía intravenosa, necesita tomar un cóctel de
medicamentos para mantener a raya al virus, del que cuenta por cientos
de miles las copias en cada mililitro cúbico de su sangre.
Los científicos dicen que el estudio del curioso caso refuta
algunas teorías que sugieren que siempre existe una cepa viral
deficiente que es más fácil atacar por el sistema inmunológico. "Este
es un caso extremadamente raro de coinfección de forma controlada, en
una relación monógama, que nos mostró como un sistema inmunológico
fuerte es capaz de replicar al virus y proteger a las otras células",
explicó Joel Blackson, investigador especialista en enfermedades
infecciosas.
"Nuestros resultados suponen una esperanza a los investigadores
que buscan una vacuna contra el SIDA, ya que ponen de manifiesto que
el sistema inmune primario, conocido como 'CD8 Células asesinas T',
puede detener eficazmente el progreso de la infermedad", indicó
Blackson según inormaciones de la Universidad John Hopkins recogidas
por otr/press.
GLÓBULOS BLANCOS
"La fuerza de la respuesta inmune no depende de la infección por
una forma debilitada del virus", señaló el investigador. "Si podemos
aprovechar el medio por el cual los glóbulos blancos de élite detienen
al virus, entonces podemos 'enseñar' o reprogramar a otros glóbulos
blancos de la sangre para luchar contra el VIH" añadió Blackson.
Las pruebas genéticas realizadas a los dos miembros de la pareja
confirmaron que ambos tenían un capítulo de material genético ligado al
gen HLA B57 hiperactivo, que se encuentran en estudio para confirmar si
tienen alguna relación con la expansión más lenta del virus.
Otras pruebas realizadas descubrieron que las células T de la
mujer rechazaban al virus en un 90 por ciento, mientras que en el caso
del marido sólo llegaban al 30 por ciento.En los análisis genéticos
también se descubrió que la mujer contaba con al menos dos mutaciones
conocidas para debilitar al virus, mientras que el hombre contaba con
menos. "Los anticuerpos y vacunas han fracasado, por lo que un nuevo
enfoque basado en la acción de las Células T puede ser positivo",
sentenció Blackson. |