Investigadores informan que los niveles de arsénico en la orina podrían estar relacionados con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.<
Los hallazgos, publicados en la edición del 20 de agosto de la Journal of the American Medical Association, son los primeros en relacionar la exposición a bajos niveles de arsénicos con la prevalencia de diabetes tipo 2 en los EE. UU. "Esto
sugiere que el arsénico podría tener que ver con el desarrollo de la
diabetes", aseguró la Dra. Ana Navas-Acien, investigadora líder,
profesora asistente de ciencias de la salud ambientales de la facultad
de salud pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins. "Sin
embargo, claramente se hace necesario realizar más investigaciones
porque nuestro estudio tiene ciertas limitaciones. Estamos realizando
esos estudios actualmente, pero vamos a necesitar algunos años". "Esta
es una buena base para investigaciones futuras, pero es un tamaño
muestral reducido y no contempla la respuesta a la dosis", agregó Rajat
Sethi, profesor asistente de ciencias farmacéuticas del colegio de
farmacia Irma Lerma Rangel del centro de ciencias de la salud Texas
A&M de Kingsville. "Se necesita todavía mucha investigación". El
arsénico inorgánico de depósitos minerales naturales contamina mucha
del agua potable. Los expertos anotan que los individuos expuestos a
suficiente arsénico pueden desarrollar cáncer, entre otras afecciones. Según
la información de respaldo del estudio, cerca de 13 millones de
personas en los EE. UU. viven en áreas con una concentración de
arsénico inorgánico en el suministro de agua potable que supera los
límites recomendados. En estudios con animales, las
concentraciones elevadas de arsénico afectaron el mecanismo de glucosa
e insulina, factores claves de la diabetes tipo 2. Además,
estudios epidemiológicos en Taiwán, Bangladesh y México, que tienen
niveles relativamente altos de arsénico inorgánico en el agua potable,
han relacionado el arsénico con el desarrollo de la diabetes. No
está claro, sin embargo, si niveles inferiores de arsénico podrían
tener un efecto similar. En áreas como Taiwán y Bangladesh, los niveles
de arsénico en el agua potable superan los 100 microgramos por litro,
mientras que en los EE. UU., el estándar de seguridad es de apenas 10
microgramos por litro. "En cuanto a la magnitud, la gente de
Taiwán y Bangladesh está expuesta a niveles al menos 10 veces mayores,
en comparación con la gente de los EE. UU.", reiteró Navas-Acien.
"Estamos interesados en investigar si la exposición al arsénico a
niveles bajos y moderados podría relacionarse con la diabetes". Luego
de analizar a 788 adultos estadounidenses de 20 o más, los autores del
estudio hallaron que los que tenían diabetes tipo 2 tenían un nivel 26
por ciento superior de arsénico total en la orina que los que no tenían
diabetes tipo 2. Los investigadores hallaron que las personas
que tenían los niveles más elevados de arsénico tenían cerca de 3.6
veces más probabilidades de tener diabetes que las que tenían los
niveles más bajos. Los que tenían los niveles más elevados de
dimetilarsinato (un compuesto en el que se metaboliza el arsénico)
tenían 1.5 veces más riesgo de diabetes como los que tenían los niveles
más bajos. Esto fue luego de ajustar los compuestos orgánicos del
arsénico, como el asenobetaína y arsenoazúcares, que provienen
principalmente de los mariscos. "Cuando ajustamos por factores
de riesgo de la diabetes y por marcadores en la ingesta de mariscos,
hallamos esta relación entre moderada e intensa entre el arsénico y la
diabetes", señaló Navas-Ancien. En los EE. UU., las fuentes
principales de arsénico inorgánico son agua potable y alimentos
contaminados. Según los investigadores, se estima que el 8 por ciento
de los sistemas de suministro de agua potable de los EE. UU. podrían
tener niveles de arsénico superiores a los 10 microgramos por litro,
mientras que el 14 por ciento podría tener niveles que superen los 2
microgramos por litro. "Sigue habiendo muchos estadounidenses
que tienen acceso a niveles de arsénico superiores a los niveles de
seguridad", señaló Navas-Acien. "Esto refuerza la importancia de que
toda el agua potable esté por debajo de este nivel estándar. La buena
noticia es que en realidad podemos hacer algo para eliminar el arsénico
del agua". Las comunidades rurales y semirrurales pequeñas
podrían estar en un riesgo especialmente elevado de niveles de arsénico
en el agua potable, señaló Navas-Acien.
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