Desde hace años múltiples investigaciones buscan la manera de ‘fabricar’ células para curar la diabetes. La iniciativa clásica ha sido intentar desarrollar islotes pancreáticos, lugar donde se produce la insulina, a partir de células madre embrionarias. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Harvard (EEUU) ha cogido un 'atajo' para llegar al mismo destino. Estos científicos han reprogramado células adultas del páncreas de ratones diabéticos y las han convertido en células productoras de insulina.
Con un método parecido al que empleó Yamanaka
para transformar células de la piel en células madre embrionarias, el
equipo codirigido por Douglas A. Melton recurrió a varios genes o
factores de transcripción para 'forzar' a las células adultas de
páncreas dañados por la diabetes a convertirse en células beta,
aquellas que se encuentra normalmente ubicadas en los islotes
pancreáticos y que son productoras de insulina.
La diferencia de este experimento es que, en lugar de reprogramar
las células adultas para que vuelvan a su estadio más primario y luego
cultivarlas para convertirlas en otro tipo de células adultas, tal y
como hizo Yamanaka, se ha hecho una conversión directa, es decir, de una célula adulta de un páncreas enfermo se pasó a otra célula adulta pero capaz de producir insulina.
"Sólo nos preguntábamos, como si fuéramos estudiantes, algo muy simple: ¿por qué tenemos que retroceder por completo? ¿Podríamos ir directamente de un tipo de célula a otro?",
explica Melton, que eligió para su investigación la diabetes tipo I,
enfermedad que padecen sus dos hijos, Emma y Sam. "Me despierto cada
día pensando en cómo fabricar células beta".
Para lograrlo, Melton y su equipo seleccionaron en un primer momento 1.100 genes
que presentaban factores relacionados con el desarrollo embrionario del
páncreas. De ese primer gran número, fueron quedándose con aquellos que
más se relacionaban con las células beta, hasta llegar finalmente a tres (Ngn3, Pdx1 y Mafa) que fueron insertados en los roedores mediante adenovirus
para que se dirigieran a las células exocrinas del páncreas, las más
comunes (conforman el 95%) de este órgano pero incapaces de producir
insulina.
Tras una serie de pruebas, los investigadores comprobaron en primer
lugar que estos tres genes ayudaban a convertir las células exocrinas
del páncreas en células beta productoras de insulina. También
constataron que la respuesta, es decir, la conversión celular se
mantenía en el tiempo sin necesidad de volver a inyectar nuevos genes.
Sorpresas, ventajas y limitaciones
Robert Lanza, un prestioso científico que hace unos días anunció
haber creado sangre a partir de células madre embrionarias, ha afirmado
al diario The Whashington Post que está "asombrado. Esto [este
experimento] introduce un nuevo paradigma para tratar la enfermedad".
El propio Melton reconoce que "ha sido una mezcla de trabajo, suerte y suposiciones. Logramos una completa transformación, o reutilización, de un tipo de células a otro. Estamos encantados".
Las ventajas de este método frente a la reprogramación de Yamanaka son varias. El proceso de reconversión es más rápido y eficiente
que si se emplean células madres. Y probablemente más seguro, ya que
uno de los inconvenientes de las células pluripotenciales es el riesgo
de que desarrollen tumores.
Sin embargo, son varias las limitaciones para que se pueda utilizar este sistema en personas.
Por un lado, se necesita el empleo de adenovirus para insertar en el
lugar adecuado los factores claves en la reprogramación. La inoculación
de adenovirus en el cuerpo humano podría tener consecuencias
peligrosas. Por otro, los autores reconocen que todavía no saben por
qué con sólo tres factores de transcripción es suficiente para
convertir unas células adultas en otras.
A pesar de las limitaciones, los investigadores sospechan que este
método podría ser útil en otras patologías. "El propósito es crear de
nuevo células que están destruidas o dañadas en las personas", afirman
Melton, aunque reconoce que para esto todavía faltan muchos años de
investigación.
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