El ejercicio es clave para la supervivencia en el cáncer de mama |
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JANO.es
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Monday, 08 de September de 2008 |
Un estudio publicado en el “Journal of Clinical Oncology” demuestra que las mujeres que se mantienen activas tras el diagnóstico tienen más probabilidades de superar la enfermedad
Un nuevo estudio publicado en el “Journal of Clinical Oncology”
demostró que las mujeres que se mantienen activas después de recibir el
diagnóstico de cáncer de mama, incluso las que comienzan a practicar
ejercicio tras recibirlo, tienen más probabilidades de sobrevivir a la
enfermedad.
"Cualquier cosa es mejor que nada. Observamos beneficios con sólo un
poco de ejercicio", señaló la Dra. Melinda L. Irwin, de la Yale School
of Medicine (Estados Unidos), quien participó en el estudio.
Decenas de estudios en las últimas dos décadas han mostrado que el
ejercicio reduce hasta un 40% el riesgo de desarrollar cáncer de mama,
mientras que los últimos trabajos han encontrado que la actividad
física aporta beneficios similares o aun mayores a la supervivencia de
las mujeres con esta enfermedad.
Para comprender mejor la cantidad de tiempo y de ejercicio necesario
para aumentar la supervivencia, el equipo estudió a 933 mujeres que
habían recibido el diagnóstico de cáncer mamario entre 1995 y 1998. El
seguimiento fue hasta el 2004.
Observaron que las mujeres que dedicaban por lo menos 2 o 3 horas a
caminar de manera intensa por semana, durante el año previo al
diagnóstico de cáncer de mama, tuvieron 31% menos probabilidades de
morir por la enfermedad que aquellas pacientes sedentarias antes de
recibir el diagnóstico.
Dos años después del diagnóstico, las mujeres que hacían alguna
actividad física tenían un 64% menos riesgo de morir que las
sedentarias, mientras que las que caminaban por lo menos dos o tres
horas por semana tenían un 67% menos riesgo de morir que el resto.
Las mujeres que redujeron la cantidad de ejercicio tras recibir el
diagnóstico eran cuatro veces más propensas a morir por cáncer de mama
que las que eran sedentarias y siguieron siéndolo.
Pero las pacientes que eran sedentarias y comenzaron a hacer ejercicio
después del diagnóstico redujeron un 45% su riesgo de muerte.
Las mujeres con cáncer mamario que están bajo tratamiento deberían
considerar el ejercicio como parte de la terapia, manifestó la Dra.
Irwin, y asegurarse de dedicarle tiempo, aunque sólo sea comenzar con
una caminata de 15 minutos día.
Ser activo no mejora sólo la supervivencia sino también el riesgo de
enfermedad cardiovascular que puede aumentar con el tratamiento. Esto
eleva la calidad de vida de las mujeres de muchas maneras.
Journal of Clinical Oncology Journal of Clinical Oncology 2008;26:3958-3964
Yale School of Medicine
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