Los pacientes que suspenden el uso de los fármacos para reducir el colesterol llamados estatinas después de un infarto tendrían el doble de riesgo de morir durante el año siguiente que aquellos que nunca usan estatinas, sugirió un nuevo estudio.
Con datos sobre 9.939 pacientes ingleses sobrevivientes de
un infarto agudo y que seguían vivos tres meses después, los
autores del estudio hallaron que aquellos que habían suspendido
las estatinas eran un 88 por ciento más propensos a morir
durante el siguiente año que los que nunca habían tomado esos
fármacos.
El estudio demostró que la suspensión de la terapia con
estatinas después de un infarto tiene "un efecto dañino",
informó el equipo dirigido por la doctora Stella S.
Daskalopoulou, del Centro de Salud de la McGill University, en
Montreal, en la última edición de European Heart Journal.
"Las estatinas son fármacos beneficiosos. Los pacientes que
usaban las estatinas antes (de un infarto) y siguieron
tomándolas después eran un 16 por ciento menos propensos a
morir durante el siguiente año que los que nunca las habían
tomado", señaló Daskalopoulou.
"De modo que aun cuando las estatinas parecen no prevenir
(un infarto), es beneficioso seguir tomándolas y hasta
peligroso suspenderlas", agregaron los investigadores.
En la población general, la tasa de suspensión de las
estatinas durante el primer año de prescripción es del 30 por
ciento. "Eso es muy alto", dijo Daskalopoulou.
"Dado que las estatinas son fármacos preventivos, los
pacientes no experimentarían un beneficio inmediato y, por lo
tanto, los suspenderían. Pero eso sería bastante peligroso
después de un infarto", advirtieron los investigadores.
En un comentario sobre el estudio, el equipo dirigido por
el doctor Christopher Heeschen, de la Universidad Ludwig
Maximilian en Múnich, señaló que esos resultados confirman
estudios previos que demuestran los riesgo de corto plazo de
suspender el tratamiento con estatinas después de un infarto.
"Por lo tanto, continuar la terapia con estatinas después
de los síndromes coronarios agudos es crucial y, probablemente,
lo más importante en pacientes con riesgo cardiovascular",
concluyeron los expertos.
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