Numerosas personas mueren de coágulos que pueden encubrirse en simples dolores de pierna, dicen autoridades en una nueva campaña que busca hacer que los médicos y los pacientes reconozcan esta emergencia oportunamente.
"Es un asesino silencioso, es difícil de diagnosticar", dijo el
doctor Steven Galson, subinspector de sanidad estadounidense, que
anunció la nueva campaña de salud el lunes. "No creo que la mayoría de
las personas entienda que se trata de un problema de salud serio o lo
que se puede hacer para prevenirlo".
Parte del asunto son los coágulos con nombres complicados. Una
trombosis venosa profunda, se forma principalmente en las venas de gran
tamaño, generalmente de la pierna al muslo. Este tipo de coágulo puede
provocar la muerte rápidamente si se desplaza hacia los pulmones, donde
se convierte en un tromboembolismo pulmonar.
Estos coágulos se conocen porque los casos en que personas
aparentemente saludables se colapsan después de vuelos de avión largos
o de estar en lugares estrechos sin posibilidad de moverse.
El vicepresidente Cheney tuvo un problema por un coágulo después de
un viaje el año pasado. El corresponsal David Bloom de la cadena NBC
murió por esta causa en el 2003 después de pasar días dentro de un
tanque cuando cubría la guerra en Irak.
Pero eso sólo da una visión distorsionada del problema. Aunque no
hay muchas estadísticas, la campaña del subinspector de sanidad estima
que cada año, entre 350.000 y 600.000 estadounidenses sufren por estos
coágulos y al menos 100.000 de ellos mueren por esta causa.
Existen múltiples factores de riesgo y detonantes: Cirugías
recientes o fracturas, caídas o choques automovilísticos, embarazos, el
uso de píldoras anticonceptivas, hormonas para la menopausia y estar
inmóvil por periodos largos. El riesgo aumenta con la edad, en especial
más allá de los 65 años y entre la gente que fuma o es obesa.
Otras personas tienen una susceptibilidad genética que no causa
síntomas pero incrementa su riesgo, lo que hace esencial que se informe
a los médicos si algún pariente ha padecido este tipo de coágulos.
Las personas con estos factores deberían tener un "margen muy
pequeño de resistencia" para llamar al médico o incluso asistir a una
sala de emergencias si tienen síntomas de un coágulo, dijo Galson, que
exhortó "a la acción" para tener una mejor educación tanto en los
pacientes como en los doctores, además de una mayor investigación.
Los síntomas de los coágulos incluyen inflamación, dolor (en
especial en la pantorrilla), aumento de la temperatura en un punto de
la pierna, coloraciones rojas o falta de color en parte de la piel de
la pierna, insuficiencia respiratoria o dolor al respirar profundamente.
Pero el inconveniente es que los médicos también están mal
informados. Los estudios sugieren que una tercera parte de los
pacientes que necesitan diluyentes sanguíneos para su protección no los
reciben cuando se les hospitaliza para ser operados.
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