¿SENTARSE O LEVANTARSE?
Aquí viene la cuestión: ¿Sentarse? o ¿levantarse e irse? Porque el
diálogo no ha producido efectos. No se escuchan los argumentos. HAY SORDERA PROFUNDA,
ni siquiera recuperable por implante coclear. NO HAY PEOR SORDO QUE EL QUE NO
QUIERE ESCUCHAR. O PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE IR. No se proveen soluciones. Se trabaja en base
a LA MÁS pura Y DURA demagogia, con esquemas que sólo funcionan en la mente
alterada y enferma de algunos jerarcas ministeriales, que llevan o pretenden
llevar a los ponchazos la mentada reforma. Habiendo consagrado en la ley,
verdaderas atrocidades: como que el BPS es el recaudador, es prestador, y es
controlador. Parecería que a nadie se le ocurrió que aquí el principio de
“oposición de intereses” había muerto por unanimidad.
LA HORA
DE
LAS
DEFINICIONES
Hasta ahora se pensó que se podía salvar la ropa, las joyas de la
abuela, los principios, cualquier cosa. Nadie quiso reconocer que los sanos y
nobles principios de 1935, ya no tienen nada que ver con esta realidad.
El colectivo médico ha cambiado. Tiene otra realidad, incluso por la
incidencia e influencia del proyecto CASMU, plasmado a través de varios
decenios de presencia fuerte en el ambiente.
Una generación de dirigentes que viene desde hace 25 años eludiendo la
realidad, buscando persistir en patear el clavo. Ni darse cuenta que esto no es
un acto de reparto, de culpas, de responsabilidades, de herencias. Esto es un
punto de inflexión. Es un punto final. El final de la vía. No hay más desvío. No
hay más camino, ni de tierra, ni de hormigón, ni de acero. No hay.
¿Qué alternativas quedan?
1. Dejar
que el MSP asuma la conducción, y los demás dan un paso al costado y le
transfieren la responsabilidad a la autoridad “rectora” de la salud.
2. Separar
la persona jurídica del SMU de la
del CASMU, darle un nuevo Estatuto al CASMU, integrar una JD
ejecutiva. Eliminar la Dirección multi-céfala, porque los monstruos de dos
cabezas, o de más, existen sólo en la Mitología.
3. Seguir
tal como está, sin tocar ni alterar nada, esperando que la vida se extinga.
Porque no hay otras alternativas, ni a la vista, ni debajo de la alfombra.
4. Otras
instituciones tienen dificultades de todo tipo, pero no se ventilan, ni se
discuten con los empleados, con los socios, con los que nada tienen que ver,
pero te dan vuelta en una asamblea, porque nadie se preocupó, o no quiso
preocuparse de ordenar de otra forma el papel de la Asamblea clásica. Todos los
intentos de reformar el Estatuto, para hacer una Asamblea Representativa, unas
nuevas BB. FF. Del CASMU, están congeladas y pasadas a intermedio, sin que
nadie los haya levantado, desde hace 12 o 13 años. ¿Ignorancia? ¿Desinterés?
¿Impericia, imprudencia y negligencia? ¿Todo junto? ¿Alguna otra razón?
5. Esto
no se arregla con oraciones, imprecaciones, o reflexiones. Se resuelve con
ACCIONES. Las que no se han tomado hasta ahora. Si quienes tienen la conducción
institucional, no adoptan las medidas que en este momento les toca asumir,
serán igualmente responsables de lo que ocurra. Por acción u omisión.
6. Se
podrá consultar a todos, a cada uno, a otros, a éstos, pero NADIE REEMPLAZARÁ LA RESPONSABILIDAD DE
QUIENES TIENEN EL TIMÓN. Sólo a ellos le corresponde el privilegio
de la ACCIÓN. No
más discursos. HECHOS. Eso es lo que la hora requiere. Con valentía. Con
cirugía radical. Sin concesiones. Sin tanta participación ni tanto verso. Sin
más desgaste.
7. Hay
tres clases de dirigentes:
a) los que hacen que las cosas pasen;
b) los que
dejan que las cosas pasen; cç
c) los que ni siquiera saben lo que pasa.
En cada
cual está la elección de en qué lugar se ubican, en este tiempo que les marcó el
destino.