El estrés oxidativo y el daño a determinadas macromoléculas intervienen en el progreso de este trastorno.
La progresión de la enfermedad de Huntington
podría frenarse a través de estrategias terapéuticas que potencien las
defensas antioxidantes del organismo, según los resultados de un
estudio realizado por primera vez en humanos y elaborado por
investigadores de la Universidad de Lleida, que publican sus
conclusiones en el último número de la revista "Free Radical Biology
and Medicine".
El estudio, dado a conocer por el Servicio de Información y
Noticias Científicas (SINC), muestra que el estrés oxidativo y el daño
a determinadas macromoléculas intervienen en el progreso de la citada enfermedad,
caracterizada por desórdenes psiquiátricos y cognitivos, movimientos
involuntarios y demencia. La investigación se realizó a partir de
muestras de cerebro obtenidas postmortem de afectados por Huntington y
se compararon con muestras de otras personas. Se estudiaron las dos
áreas cerebrales más afectadas por dicha enfermedad: el estriado y el
córtex.
Eliminación de radicales libres
El trabajo permitió comprobar que los cerebros de las personas con
Huntington presentaban niveles elevados de proteínas cuya función está
relacionada con la eliminación de especies reactivas del oxígeno (ROS),
o como se las conoce comúnmente, radicales libres. "En los cerebros de
estos enfermos existe una situación que denominamos estrés oxidativo, y
como consecuencia, las neuronas (y otras células presentes en el
cerebro como las células de la glia) intentan defenderse aumentando las
defensas antioxidantes", explicó Elisa Cabiscol, profesora de
Bioquímica en la Universidad de Lleida y una de las autoras de la
investigación.
En condiciones normales, el balance entre generación de ROS y
sistemas antioxidantes permite a las células su correcto
funcionamiento. Sin embargo, cuando nos encontramos en una situación de
estrés oxidativo, la generación de ROS supera la capacidad de defensa
celular, lo que implica una alteración de la célula y en último
término, su muerte. "Nuestro estudio ha puesto de manifiesto la
importancia del estrés oxidativo en el Huntington, lo que ampara el uso
de estrategias terapéuticas que potencien las defensas antioxidantes o
eviten la formación de radicales libres para intentar detener o hacer
más lenta la progresión de esta devastadora enfermedad", afirmó la
investigadora.
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