Antihipertensivos en el embarazo se relacionan con malformaciones congénitas |
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Thursday, 08 de June de 2006 |
Las mujeres hipertensas que estén pensando
en quedarse embarazadas deben dejar de tomar unos conocidos
antihipertensivos. Según un estudio, medicarse con estos fármacos
durante el primer trimestre de la gestación puede ocasionar graves
problemas en el feto. Por este motivo, investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en
Nashville (EEUU), decidieron llevar a cabo un estudio epidemiológico
para analizar el efecto de estos medicamentos sobre el feto.
Las mujeres hipertensas que estén pensando en quedarse embarazadas deben dejar de tomar unos conocidos antihipertensivos. Según un estudio, medicarse con estos fármacos durante el primer trimestre de la gestación puede ocasionar graves problemas en el feto.
Casi todas las mujeres saben que durante el embarazo deben tener mucho cuidado con los medicamentos que ingieren. Algunos de ellos pueden alterar el correcto funcionamiento del feto y, por este motivo, los médicos no los recetan. Un conocido grupo de fármacos contra la tensión arterial elevada, los inhibidores del enzima conversor de la angiotensina (ACE, sus siglas en inglés), se suma a la lista de productos que no pueden consumir las embarazadas.
Se sabía, por diferentes estudios, que estos antihipertensivos eran perjudiciales para el feto si se tomaban en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Ahora, una investigación publicada por la revista The New England Journal of Medicine muestra que también son peligrosos si se administran durante los primeros meses de gestación.
La creencia de que la administración de este grupo de fármacos durante el primer trimestre del embarazo era segura se basaba en los resultados de un limitado número de pequeños estudios sobre el tema. Por este motivo, investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville (EEUU), decidieron llevar a cabo un estudio epidemiológico para analizar el efecto de estos medicamentos sobre el feto.
30.000 niños
En la investigación se examinaron los registros hospitalarios de casi 30.000 niños nacidos en Tennesse (EEUU) entre 1985 y 2000. Los autores encontraron que, de 411 bebés que habían sido expuestos a fármacos antihipertensivos a comienzo de su gestación. De éstos, las madres de 209 habían tomado inhibidores de la ACE y se detectó que 18 recién nacidos presentaron malformaciones: siete presentaron múltiples trastornos y la mitad tenían alteraciones cardiacas.
Al comparar esos datos con los de los pequeños cuyas madres no habían tomado los antihipertensivos al inicio de su embarazo se detectó que los niños expuestos a los fármacos tenían una tasa casi tres veces superior de malformaciones congénitas que iban desde alteraciones en el sistema nervioso central hasta complicaciones cardiovasculares. Además, los bebés de mujeres que habían consumido otro tipo de medicamentos contra la hipertensión no presentaron ningún riesgo.
Los autores del estudio explican que la angiotensina II tiene un papel importante en el desarrollo embrionario del corazón, riñón y cerebro. También se ha comprobado en investigaciones con ratas que estos antihipertensivos inhiben la proliferación fetal de las células musculares del ductus arterioso, un vaso que conecta la arteria pulmonar con la aorta en la circulación fetal, lo que conduciría a un trastorno cardiaco en el bebé.
"Nuestros datos sugieren que tales exposiciones [a los inhibidores de la ACE] no pueden considerarse seguras y deberían evitarse", concluyen los investigadores.
Luis Vigil, especialista de la Unidad de Hipertensión del Hospital de Móstoles de Madrid, explica a elmundo.es que intentan ser muy cuidadosos cuando administran fármacos en las gestantes. "En aquellas mujeres que están planificando su embarazo, administramos un tratamiento distinto de los inhibidores de la ACE, como los alfa-metildopa, los betabloqueantes o los calcioantagonistas. Pero si nos viene una paciente que se ha quedado embarazada sin planificarlo y está tomando los inhibidores de la ACE, les cambiamos este tratamiento", afirma. Otros datos que lo confirmen
En un editorial, publicado también en NEJM, el doctor Jan M. Friedman, de la Universidad de Columbia (Reino Unido) y experto en malformaciones genéticas, explica que, debido a la naturaleza del estudio publicado (epidemiológico), sus conclusiones deberían confirmarse en más investigaciones, aunque reconoce que se trata del primer trabajo que ha detectado estos importantes resultados.
También explica que casi no hay datos disponibles sobre los riesgos teratogénicos de estos fármacos, pero que a pesar de ello se suele prescribir a las mujeres embarazadas. Según un informe de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EEUU, cada año se realizan casi 42 millones de recetas de inhibidores de la ACE.
El editorialista también se queja del gran desconocimiento que hay sobre los efectos de un gran número de fármacos (de todo tipo) sobre el feto cuando se administran durante el embarazo, algo que dificulta la evaluación de los riesgos y las ventajas por parte del médico.
Finalmente, recomienda hacer una ecografía y una ecocardiografía en la semana 18 de gestación a aquellas mujeres que hayan tomado estos antihipertensivos durante el primer trimestre de su embarazo. Por otro lado, a aquellas que estén planificando su embarazo les aconsejan que cambien de antihipertensivo.
Ante estos resultados, la agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos, la FDA, que ha patrocinado el estudio, se está planteando poner una advertencia en las cajas de estos medicamentos sobre el peligro de tomarlos en el primer periodo del embarazo. Robert J. Temple, director médico del Departamento de Evaluación e Investigación Farmacológica de esta agencia ha declarado que "estén pensando en quedarse embarazadas deberían hablar con sus médicos para buscar una alternativa médica para tratar su hipertensión".
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