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De acuerdo con cifras de la Sociedad Argentina de Pediatría, cada año
deberían inmunizarse 35 mil menores de dos años que presentan alto
riesgo de contraer otitis media, neumonía y meningitis. Sin embargo,
entre el plan de vacunación estatal y el ámbito privado, apenas se
llega a inmunizar a la mitad. Estos chicos presentan mayores
posibilidades de enfermarse o sufrir complicaciones.
La otitis media, la neumonía y la meningitis son algunas de las
enfermedades más frecuentes entre los chicos de hasta dos años. Si bien
la gravedad y la prevalencia varía en cada una de ellas, las tres
pueden ser producidas por el neumococo, una bacteria para la cual
existe una vacuna que previene su contagio. Sin embargo, actualmente en
la Argentina, sólo la reciben la mitad de los aproximadamente 35 mil
niños que conforman los grupos de riesgo.
El neumococo, según la Organización Mundial de la Salud (OPS) produce
-anualmente y a nivel mundial- la muerte de 1,6 millones de personas,
de las cuales la mitad son menores de cinco años. No obstante, la misma
fuente indica que con la vacunación global, para el año 2030 podrían
salvarse más de cinco millones de vidas.
Basándose en estas presunciones, en el año 2007 la OMS solicitó la
inclusión de la vacuna neumocócica 7-valente conjugada Prevenar®
desarrollada por el laboratorio Wyeth en el Calendario Oficial de
Vacunación de todos los países.
En la Argentina a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en Uruguay,
México, Venezuela o Perú, la vacuna aún no forma parte del Calendario
Oficial aunque sí está contemplada dentro de las Normas Nacionales de
Vacunación del ministerio de Salud de la Nación para los chicos
pertenecientes a los grupos de riesgo.
"El consenso de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) acordó que los
35 mil chicos que nacen cada año y que integran los grupos de riesgo,
es decir aquellos que tienen por ejemplo cardiopatías de base,
enfermedades pulmonares, diabetes, asma o bien los que están infectados
con el virus del HIV, deberían recibir sí o sí la vacuna. Lo que ocurre
es que en la actualidad esta recomendación se cumple poco porque el
ministerio de Salud adquiere vacunas para cinco mil chicos por año. Si
tenemos en cuenta que cada una tiene tres dosis más un refuerzo -que en
muchos casos se evita-, estamos hablando de 15 mil vacunas, más las que
puedan aplicarse en forma particular o bien que cada región o municipio
adquiera por sus propios medios", explicó el doctor Enrique Casanueva,
médico infectólogo pediatra, jefe de la sección Infectología Infantil
del Hospital Universitario Austral (HUA) durante el Simposio de
Enfermedades Neumocócicas y Vacunación realizado en Colonia del
Sacramento, Uruguay.
"Ahora bien, si saliéramos de los grupos de riesgo y pensáramos en
vacunación universal que sería lo ideal, no sólo podríamos bajar
sensiblemente la mortalidad en los chicos sino que además estaríamos
protegiendo a los padres, hermanos, tíos y abuelos de ese niño. De
manera que no sólo podríamos prevenir las enfermedades en los grupos
más complicados sino también en todas las personas. Esta sería, sin
lugar a dudas, la mejor opción desde el punto de vista de la salud pero
también de la economía porque los costos de brindar atención médica
bajarían muchísimo", añadió el doctor Casanueva, también médico
infectólogo del Hospital de Niños de San Justo.
En este sentido, entre los días 25 y 28 de octubre se realizará en
Washington, Estados Unidos la Conferencia Interciencias Sobre Agentes
Antimicrobianos y Quimioterapia durante la cual se presentarán los
resultados de una investigación de costo-efectividad sobre la vacuna
conjugada de 7 serotipos, en la cual se concluyó que la vacunación de
cuatro dosis no sólo es costo-efectiva sino que además permitiría
salvar 91 vidas de menores de cinco años.
"Este tipo de estudios evalúan cuánto le costaría al Estado incorporar
una determinada tecnología médica y permite cuantificar cuánto
mejoraría la salud de la población. Si consideramos el neumococo,
estamos frente a una bacteria que puede producir desde una otitis media
hasta una meningitis o una neumonía, es decir, desde una enfermedad que
requiere antibióticos y tratamiento ambulatorio hasta otra que puede
causar la muerte o dejar secuelas neurológicas para toda la vida. Por
eso era muy importante incluir en la ecuación la calidad de vida: el
resultado fue que vacunar a los chicos no sólo es costo-efectivo para
'ganar' años, sino también para ganar años con una buena calidad de
vida", postuló el doctor Norberto Giglio, médico pediatra, docente de
Farmacología de la Universidad Austral y uno de los responsables de la
investigación.
Las enfermedades y su riesgo
Si bien la meningitis es sin lugar a dudas la consecuencia más severa
de la infección por neumococo, lo cierto es que de acuerdo con los
especialistas, se trata sólo de "la punta del iceberg" de un problema
en el cual también son protagonistas la otitis media -altamente
prevalente-, la bacteriemia y la neumonía.
No obstante, los serotipos de neumococo varían o mutan a lo largo del
tiempo, razón por la cual en determinado momento o circunstancia, uno
puede ser más prevalente que otro o potencialmente más dañino para una
población. Por esa razón, al cubrir diferentes y múltiples serotipos-
la vacuna es altamente efectiva, ya sea en la dosis 3-1 (es decir con
el refuerzo al año y medio de vida) como en la 2-1.
"La enfermedad neumocócica nace con la persona pues está presente desde
los dos días de vida. Lo que ocurre es que alguien puede ser portador
sin siquiera saberlo o contraer la enfermedad aunque en ese lapso la
contagie –por la vía aérea- a otras personas. De hecho, casi el 50 por
ciento de los chicos la portan en sus fauces sin tener enfermedad, pero
no podemos saberlo. Por eso es tan importante vacunar para evitar, por
ejemplo, que en el hacinamiento y con la convivencia propia de una
guardería o jardín, la bacteria se disemine", afirmó el doctor
Alejandro Cané, médico infectólogo infantil del HUA y asesor médico en
Vacunas para el Cono Sur del laboratorio Wyeth.
Debido a las variaciones de la infección y también a los requerimientos
del sistema sanitario de nuestro país que exponen como una de las
razones para la no inclusión de la vacuna en el Calendario Oficial la
falta de dos serotipos en su composición -el 1 y 5-, el mencionado
laboratorio se encuentra desarrollando una nueva vacuna 13-valente que
podría estar disponible aproximadamente en un año y que podrá ser
utilizada no sólo en combinación con otras vacunas sino también con la
7-valente por estar desarrollada en base a igual tecnología.
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