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La grave situación por la que
atraviesa el CASMU y otras instituciones del sistema IAMC es de naturaleza
financiera y de gestión. Aunque se intente disimular, mirar para otro lado, y
barrer debajo de la alfombra, aquí hay cosas gruesas y falta del cuidado de un
buen padre de familia, como suele decirse cuando se habla de malapraxis. Sí
estimados. Hay malapraxis y de la gruesa, en el manejo de la Salud Pública y
particularmente, del Sistema Nacional Integrado de Salud.
VEAMOS LO QUÉ SUCEDELos temas de gestión los han encarado sus autoridades hace tiempo, por su
propia iniciativa, aunque todavía distan bastante de estar resueltos. En cuanto
se adopten las decisiones que les son inherentes, podrán resolverlos. Tengo entendido
que se han entregado al MEF propuestas detalladas y concretas.
Los temas financieros son anteriores
y posteriores al SNIS, pero quienes lo dirigen, o hacen como que lo dirigen, en
realidad ignoran inexcusablemente esos grandes y graves detalles.
Los anteriores, deben ser resueltos
a través de un Fideicomiso, como el realizado ya por este mismo Gobierno para
la Leche y el Transporte. Son deudas, que como la dicen en la jerga bancaria
constituyen “cartera pesada”. Deudas
originadas en precios administrados y cargas salariales no compensadas en
el valor de la denominada
eufemísticamente “cuota-salud”.
En
realidad esto viene desde 1968, de la Congelación de Precios e Ingresos, que
los sucesivos gobiernos civiles y militares, en dictadura y en democracia, han
sostenido, salvo pequeños y honrosas excepciones.
Pero que este Gobierno ha
mantenido sin cortapisas. Y tiene que asumir su inexcusable responsabilidad.
Precios administrados significa precios mentirosos.
Que no retribuyen lo que
ellos mismos decretan aumentar o reconocen que debe aumentarse, o servicios
nuevos que deben darse a costo de una institución, cuando no se le dan en
contrapartida, los recursos necesarios. Dejar de reconocerlo es ser necio o
enajenado. Cada cual que elija lo que le corresponda. ¿Y si no lo paga el SNIS, quién lo paga, CREDISOL?
- Los nuevos, introducidos desde
Enero/2008 por la vigencia del SNIS, obedecen a que se ha amputado el segmento
de cuotas salud más alto (adultos mayores, difiriéndose el ingreso) y se ha
dado ingreso sin su contrapeso a los menores, con cuota salud baja.
Esto fue una
determinación del Zar de la Economía, que ahora ocupa banca parlamentaria, y
que determinó, con sus asesores, que así fuera. Con entusiasmo de los
ejecutores de la reforma de la salud, que quedaron más quietos que un muerto.
Además, los incrementos salariales otorgados en enero y julio/2008, no han sido
trasladados adecuadamente a las “cuotas-salud”, como tampoco al valor cuota
individual, de igual manera que no lo fueron los costos de los beneficios para
los pacientes crónicos.
Se da medicación sin costo a los diabéticos y tiras
para control de su glucosa, y a los hipertensos. Pero de incremento de cuota,
cero.
Es simpático hacer caridad con la guita ajena.
Es de locos.
CÓMO SALIR DE ESTA ENCRUCIJADA
Cuando las actuales autoridades de
la salud, que poco a poco van quedando por el camino, subieron al escenario de
este tablado, dijeron pomposamente que no venían como “empresa de
demoliciones”, sino como constructores de un nuevo sistema, sobre la base de lo
existente.
Sin embargo, en los hechos, están destruyendo el auténtico
mutualismo, que por más de 155 años ha sembrado algo que distingue al Uruguay
en el mundo: un sistema solidario, que trajeron los inmigrantes desde mediados
del siglo XIX y que es el soporte más importante del sistema de salud uruguayo.
No queremos la destrucción del sistema por aplicaciones sesgadas y dogmáticas
de una reforma cuyos fundamentos compartimos. Pero que está, a nuestro
entender, mal aplicada, y con los oídos cerrados para atender justos reclamos.
Ni al sistema, ni al Gobierno le hacen bien las palabras zalameras o aduladoras
de los manyaorejas de siempre. Que buscan recoger sus propios beneficios o
perpetuarse en el poder, a cambio de halagos y mentiras.
Si un empleado de la
FUS está al frente del sistema, y cuando se vaya del lugar que ocupa, volverá
como asesor de dicha gremial, poco se puede esperar de sus realizaciones.
Alguien cuerdo, tendría que mandarlo a su casa, o devolverlo a sus auténticos
patrones.
Será justicia.
Dr. Antonio L. Turnes
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