México no cumplirá el compromiso fijado en los Objetivos de
Desarrollo del Milenio –acordados por 189 países– de reducir la
mortalidad materna de 89 casos a 22 por cada cien mil alumbramientos,
advirtieron especialistas. Unas cuatro mujeres perecen al día por
problemas relacionados con embarazo, parto y puerperio, sobre todo en
localidades marginadas, según datos oficiales.
En 2015 se cumple la fecha para que esas naciones cumplan los
compromisos que firmaron y, a pesar de que el pasado 4 de agosto el
presidente Felipe Calderón declaró ante el secretario de la
Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, que se cumplirán
esos objetivos, no ocurrirá así, por lo menos en la meta número seis:
“reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la tasa de
mortalidad derivada de la maternidad”.
El Consejo Nacional de
Evaluación reconoció que esta meta en México no se cubrirá, a pesar de
que dicha mortalidad no tiene que ver con dar grandes servicios de
salud, sino con la atención a las mujeres pobres y los servicios
básicos en hospitales locales. En 1990 ocurrían 89 decesos
maternos por cada cien mil nacimientos, mientras para 2004 se
reportaban 62.4, un descenso de 26.6 por ciento. Sin embargo,
para alcanzar la meta se debe reducir la mortalidad a un ritmo anual de
6.5 por ciento, pero el porcentaje promedio entre 2000 y 2004 fue de
2.5, reportó el Informe de avance de 2006 que realizó la ONU. “Geografía de la pobreza”De
acuerdo con información del Senado, cada año ocurren en el país unos 4
millones 200 mil embarazos y alrededor de 2.5 millones de nacimientos.
Aproximadamente un millón 700 mil concluyen en abortos espontáneos o
inducidos. La información agrega que unas cuatro mujeres perecen diariamente por causas asociadas con el embarazo. Refiere
que 75 por ciento de la mortalidad materna ocurre en 12 entidades:
Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Durango, Veracruz, Hidalgo, estado
de México, San Luis Potosí, Baja California, Distrito Federal y
Querétaro. Las defunciones acaecen sobre todo en municipios con
alta marginación, sin acceso a los recursos vitales, donde las mujeres
tienen tres veces mas riesgos de morir por esas causas que en los de
baja marginación. “Podría decirse que la tasa de mortalidad materna dibuja la geografía nacional de la pobreza.” La
tasa de mortalidad materna para 2007 en los 125 municipios con menor
índice de desarrollo humano se calculó en 148.6 casos por cada 10 mil
nacidos vivos estimados. “Se calcula que para 2008 esta tasa
disminuya por lo menos 10 puntos porcentuales” en relación con el año
anterior, indican datos del segundo Informe de gobierno del presidente
Felipe Calderón. De acuerdo con el estudio Muerte materna y seguro popular,
de la organización Fundar, este rezago se debe “al atraso y desigualdad
en el acceso a los servicios de salud, que es en gran medida resultado
de la dinámica y los criterios de distribución presupuestal para el
gasto en salud destinado a la población abierta”. Detalla que en
2004 ocurrieron mil 242 muertes maternas, de las cuales 366 se debieron
a hipertensión asociada con el embarazo, 317 a hemorragias, 43 a sepsis
puerperal, 88 a complicaciones por aborto y 219 por otras
complicaciones. “Estos trastornos dan cuenta de serios problemas
en la capacidad efectiva de los sistemas de salud de resolver las
urgencias obstétricas”, señala. La mayor parte de esas muertes
son prevenibles y curables, si son atendidas de manera oportuna y
adecuada; datos oficiales reportan que entre 75 y 85 por ciento de
dichas defunciones son absolutamente previsibles. “La mortalidad
materna, así como la morbilidad asociada a sus factores determinantes,
son graves problemas de salud pública que ponen de manifiesto algunas
de las más profundas desigualdades en las condiciones de vida. Reflejan
el estado de salud de las mujeres en edad reproductiva y los servicios
de salud y la calidad de la atención a que tienen acceso”, señala la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe en el documento Objetivos de Desarrollo del Milenio; la progresión hacia el derecho a la salud en América Latina y el Caribe. Indica
que en la zona se observó un descenso de la mortalidad materna entre
1997 y 2005, pero “el virtual estancamiento del número absoluto de
muertes maternas registrado en la década pasada debe ser motivo de
preocupación, ya que la región no avanza de manera manifiesta hacia la
meta de reducir en tres cuartas partes la incidencia de la mortalidad
materna al 2015”. Destaca que mientras en países como Argentina,
Chile, Costa Rica, Cuba y Uruguay las defunciones son menos de 50 por
cada cien mil nacimientos, el resto va de 60, como es el caso de
Venezuela –México tiene alrededor de 70–, a las 630 de Haití.
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