"Desde que salió la ley observé un cambio notable en mi salud: antes,
cada vez que llegaba el invierno, caía en cama con neumonía, pero este
año el frío no me hizo nada. Además, yo juego al fútbol, y ahora siento
que puedo correr más", contó a LA NACION Fernando Retondo, de 47 años,
mozo de la confitería Azúcar, de la ciudad de Neuquén.
Lo dicho por Retondo se corresponde con los resultados de un estudio
que confirma que, desde que a mediados de noviembre de 2007 entró en
vigor la ordenanza N°10.866 que prohíbe fumar en bares y restaurantes
neuquinos, mejoró significativamente la salud respiratoria de los
empleados gastronómicos de esa ciudad.
"Evaluamos antes y después de la entrada en vigor de la ordenanza la
salud respiratoria de los que no fumaban, y observamos que a tan sólo
tres meses de que se prohibiera fumar en restaurantes y bares los
encuestados decían que habían mejorado sus síntomas respiratorios",
dijo la doctora Mariela Alderete, investigadora del Grupo Antitabaco
del Hospital Italiano y coordinadora del estudio.
Las mejorías fueron, según palabras de la doctora Verónica Schoj,
coordinadora del citado grupo antitabaco, contundentes: "En sólo tres
meses la mejoría de la tos, por ejemplo, fue del 65%; la de la disnea
[dificultad para respirar] en reposo fue del 76% -precisó-. En síntomas
irritativos asociados al tabaquismo pasivo, como ojos rojos o picazón
de garganta, la mejoría fue del 80 por ciento".
Pero no sólo son subjetivas las mejorías experimentadas por los
empleados gastronómicos neuquinos. Alderete, Schoj y sus colegas de la
Alianza Libre de Humo Argentina (Aliar) también sometieron a los
encuestados a estudios diagnósticos que miden la capacidad respiratoria
-espirometrías-, y los resultados confirman lo que dicen los
encuestados.
"Mejoró un 7% en promedio la capacidad respiratoria, lo que no es
poco si tomamos en cuenta que se trata de no fumadores -comentó Schoj-.
Este es un estudio que abordó el impacto a corto plazo de la ordenanza
sobre la salud, pero extrapolando a largo plazo estamos hablando de una
reducción del cáncer de pulmón y de los infartos de miocardio."
Trabajadores en riesgo
"Los mozos son los trabajadores más expuestos al humo de tabaco: el
estudio mostraba que el 97% de esos empleados estaba expuesto al humo
entre 8 y 10 horas diarias", dijo la doctora Alderete. "Es mucho mayor
la exposición allí que en una oficina o que en las escuelas, y es por
ello que está descripto en la literatura médica que son los empleados
gastronómicos los que más se mueren por afecciones asociadas al
tabaquismo pasivo", completó la doctora Schoj.
Hoy, a casi un año de la entrada en vigor de la ordenanza que
prohíbe fumar en bares y restaurantes neuquinos, sólo el 5% de los
encuestados dijo estar expuesto al humo del tabaco en su lugar de
trabajo.
Por otro lado, el 97,5% de los encuestados se pronunció en favor de
la prohibición de fumar en bares y restaurantes. "Nos sentimos mucho
más cómodos en nuestro lugar de trabajo", dijo Fernando Retondo, y
agregó: "Me gustaría que esta medida se aplicara en todo el país".
"La salud de los trabajadores gastronómicos mejoró notablemente: la
contaminación causada por el humo de tabaco ajeno prácticamente
desapareció de los lugares públicos cerrados, y los bares,
restaurantes, boliches y casinos hoy son muchísimo más agradables",
aseguró el doctor Ernesto Ruiz, especialista en clínica médica del
hospital provincial de Neuquén, que participó del estudio.
Es que en esos establecimientos, el aire ya no es el mismo: es mucho
más "respirable". Una evaluación de la polución ambiental realizada en
bares, restaurantes y discotecas neuquinas por investigadores de Aliar
y del Instituto Nacional del Cáncer Roswell Park, de Estados Unidos,
antes y después de la implementación de la ordenanza mostró un cambio
radical.
Contaminación cero
Según las mediciones realizas por Aliar y el instituto Roswell, la
concentración de partículas de un tamaño menor que 2,5 micrones
(consideradas universalmente un indicador de contaminación del aire por
humo de tabaco) era de 49 ug/m3 antes de la entrada en vigor de la
ordenanza, un nivel nocivo para chicos, personas mayores e individuos
con afecciones cardíacas o respiratorias.
Pero cuando en esos mismos establecimientos se repitió la medición,
luego de la entrada en vigor de la prohibición de fumar, la caída de
los niveles de polución ambiental fue abrupta: el nivel promedio de
partículas era ahora de 5 ug/m3, lo que equivale a una contaminación
cero.
Así es como el 86% de los trabajadores gastronómicos neuquinos
encuestados dijeron que los bares y restaurantes en los que trabajan se
han vuelto más agradables para los clientes desde la entrada en vigor
de la ordenanza que prohíbe fumar en lugares públicos cerrados.
Según el doctor Ruiz, "el público se ha acostumbrado tanto a esto
que cuando viaja a ciudades donde todavía se fuma en ambientes cerrados
se da cuenta de lo agradable que es ahora ir a comer o a bailar en
Neuquén".
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