Los
argentinos que tienen sobrepeso u obesidad superan actualmente el 44
por ciento de la población del país, aunque esa cifra podría elevarse
para el 2010 al 55 por ciento y para el 2050 a un alarmante 95 por
ciento, según se advirtió desde el Instituto Argentino de Alimentos y
Nutrición.
"Esta
epidemia global que es la obesidad sigue avanzando y ya es comparable
con las epidemias infecciosas del pasado, por la velocidad de su
expansión. Se calcula que hay en todo el mundo unos 1.500 millones de
personas obesas", afirmó el especialista Alberto Cormillot, director de
esa entidad.
En cuanto a las cifras en la Argentina, Cormillot
subrayó que en la actualidad "hay un 24,8 por ciento de personas con
sobrepeso y un 19,7 por ciento de personas con obesidad", lo cual
permite señalar que "la mitad de la gente en el país está gorda".
El
especialista también destacó que las proyecciones para la Argentina en
materia de obesidad y sobrepeso señalan que para el año 2040 podrían
alcanzar al 85 por ciento de la población del país, mientras que para
el 2050 podrían llegar al 95 por ciento, a la vez que en los Estados
Unidos se espera que para el 2040 "el 100 por ciento de la población
sea obesa, si no se hace nada desde ahora".
"La obesidad es un
problema de salud pública reconocido en todo el mundo y es la segunda
causa de muerte prevenible, detrás del cigarrillo. En muchos lugares se
la ve como un vicio, como algo asociado con la estética o como algo
adictivo, pero fundamentalmente es una enfermedad crónica", aseveró el
especialista, quien destacó que "debe ser considerada como tal", y
aseguró que para enfrentar esta "epidemia global", se deben propiciar
"cambios sociales".
LA VISION DE LA UNLPLa
obesidad -destacó por su parte la licenciada Lorena Lázzaro Cuesta,
directora de Nutrición del programa Propia de la UNLP- es una
enfermedad que está creciendo en el mundo desarrollado y
subdesarrollado a pasos agigantados, lo cual se constituye en una
amenaza por sus diversas complicaciones médicas y sociales. La obesidad
surge como consecuencia de los malos hábitos alimentarios de la
población y el sedentarismo". "Desde un punto de vista técnico
-explicó a EL DIA la especialista de la UNLP- la forma de diagnosticar
el sobrepeso y la obesidad es a partir del índice de masa corporal,
utilizando una formula que relaciona la altura con el peso: peso (en
kilos) y altura x altura (en metros). La obesidad se define como un
índice de masa corporal mayor a 30, y el sobrepeso entre 25 y 30". "Si
por ejemplo una persona que mide 1,74 y pesa 89 kg tiene un índice de
masa corporal de 29,4 (89/1,74 x 1,74), tiene sobrepeso. Pero si
aumentara a 96 kg tendría un índice de masa corporal de 31,78, es decir
que su diagnóstico ya sería de obesidad". LAS ESTADISTICASEn
su "Informe Mundial", la OMS afirma que 1.200 millones de personas en
todo el mundo tienen problemas de sobrepeso y obesidad, que es
aproximadamente el mismo número de personas que sufren de desnutrición.
Y los estudios epidemiológicos muestran que el 55% de la población
adulta presenta sobrepeso y el 22% es obesa. En este marco, los
expertos mundiales advierten sobre los riesgos de la obesidad, una
patología que está creciendo en la población mundial, y que puede
sindicarse como una de las causas más importantes de enfermedad y
muerte. Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
más de 1.200 millones de personas en el mundo pesan más de lo que
deberían y 300 millones son clínicamente obesos. A nivel
nacional, en tanto, las estadísticas de la Sociedad Argentina de
Nutrición (SAN), indican que al menos el 47% de la población tiene
sobrepeso, por lo que definitivamente, la obesidad está ya entre las
enfermedades crónicas asociadas a estilos inadecuados de vida, con un
anclaje especial en la pobreza. "Esto ocurre -señaló Lázzaro
Cuesta- entre otros factores por la oferta de productos masivos de baja
calidad que tienen un alto contenido de grasas y azúcares y que están
dirigidos a los sectores con menor poder adquisitivo. En Argentina, los
precios y la falta de disponibilidad en algunas regiones de frutas,
verduras, carnes magras y lácteos, los vuelven inaccesibles para
ciertos grupos de población. Entonces, el consumo de ciertos alimentos
no puede atribuirse solamente a un problema de educación, sino también
de oferta y acceso". "Es por esto que para prevenir la obesidad
y otras enfermedades crónicas no transmisibles a nivel comunitario
-añadió la nutricionista de la UNLP- es necesario que las distintas
organizaciones e instituciones de salud, educación y los ambientes
laborales, promuevan y faciliten la elección de alimentos saludables y
la practica de actividad física. No es suficiente educar a la población
a comer mejor y mas sano, sino que hace falta un abordaje integral del
problema, donde los distintos sectores, instituciones y organismos
públicos y privados trabajen en el mismo sentido facilitando la
disponibilidad, acceso y consumo de alimentos saludables y fomentando
el movimiento y la practica de actividad física".
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