El 47% de los casos de VIH en Indonesia se registran en la provincia de Papúa, donde la incidencia del sida es 20 veces superior a la media nacional. Para frenar la propagación del virus, las autoridades están dispuestas a todo y han llegado al extremo de proponer la implantación de un microchip a los pacientes con VIH sexualmente activos, con el fin de evitar que transmitan el virus a sus parejas.
No es tan sólo una idea, sino uno de los 40 artículos que comprende la nueva Ley del sida que pretende aprobar el parlamento a finales de mes.
La medida, que ya ha recibido el rechazo y las críticas de numerosos
activistas y organizaciones de derechos humanos, "se aplicaría sólo a
aquellos seropositivos con una conducta sexual muy activa y con la
intención de proteger a las personas sanas", ha explicado el
parlamentario John Manangsang.
"Se trata de una tecnología sencilla. Se coloca un microchip en el
individuo para monitorizar su actividad y que las autoridades puedan
seguir sus movimientos", añade el político en las páginas del 'Jakarta Post'. Si se descubriera que un paciente con VIH infecta a una persona sana se le podría poner una pena, aún sin concretar.
El director de la Comisión Nacional contra el sida de Papúa ya ha manifestado que considera que el plan viola los derechos humanos.
Pero Manangsang responde y argumenta que la medida pretende todo lo
contrario. "Respetamos los derechos de las personas con VIH, pero
también debemos respetar los derechos de aquellos que están sanos",
afirma.
Otras voces críticas señalan la dificultad de definir qué es una
'conducta sexual agresiva y qué no' y consideran que se trata de una
medida "extremadamente discriminatoria".
La líder del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el Sida
(ONUSIDA) en Indonesia, Nancy Fee, también ha rechazado el plan. "Los
tratados internacionales de Derechos Humanos que Indonesia ha firmado
reconocen la igualdad ante la ley, la no discriminación, el derecho a
la privacidad y la necesidad de consentimiento del paciente para
realizarle cualquier procedimiento médico", expresó Fee, tras reconocer
que todavía no ha leído una copia de la proposición de ley.
"Además, dudo de la efectividad de una medida semejante.
En vez de promover la visibilidad de los enfermos, los estigmatizará,
esconderá y dificultará su acceso a los tratamientos médicos. No
reducirá la epidemia sino todo lo contrario", añadió.
Los datos sobre la epidemia de sida en Papúa indican que la
enfermedad se ha extendido rápidamente de las prostitutas a las esposas
en los últimos años. Los altos índices de promiscuidad, los rituales en
algunas tribus papúas, donde se practica el intercambio de parejas,
la escasa educación sobre el sida y la escasez de preservativos son
algunos de los factores que han contribuido a la propagación del virus.
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