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El proyecto de ley que busca declarar la obesidad como un problema de salud pública y adoptar medidas para su control, atención y prevención, fue bien recibido en los organismos de salud de Cali.

La iniciativa, presentada por la senadora Dilian Francisca Toro, también pretende que los centros educativos restrinjan la venta, la promoción y el consumo de alimentos y bebidas con alta densidad calórica y bajo contenido nutricional.

Además, de que la industria de alimentos sería obligada a suministrar la información del contenido nutricional y calórico que contenga el producto.

Alberto Pradilla, coordinador del grupo de Investigación de Nutrición de la Universidad del Valle, indicó que el proyecto le parece “maravilloso, sobre todo la regulación de comerciales atractivos que invitan al consumo de alimentos con grasas y azúcares”, especialmente en la población escolar.

Según el médico, “las enfermedades de los grandes son el reflejo de lo que se comió cuando niño”. Y agregó que en este momento, debido a la mala alimentación el 30% de los pequeños padecen infecciones urinarias, cegueras e hipertensión.

El investigador fue enfático al decir que “no hay comida mala, pero debe consumirse una dieta balanceada para no afectar la salud”.

Entre tanto, estudios preliminares adelantados por el Grupo de Investigación de la Univalle y la Secretaría de Salud Municipal arrojaron que los suplementos nutricionales que se entregan en los hogares infantiles de la ciudad contienen en sus componentes un 50% de grasas y azúcares.

Sin embargo, Alejandro Varela, titular de la dependencia, manifestó que el porcentaje puede ser mayor y que en estos centros la oferta de frutas y verduras es supremamente baja.

“Esta situación preocupa a la Administración Municipal ya que los azúcares crean adicción y pueden representar en la edad adulta enfermedades como la diabetes”, declaró Varela.

El funcionario aseguró que la implementación de la ley es una necesidad, porque debe buscarse un control a ese tipo de alimentos, pues la obesidad se ha convertido en un problema de morbilidad, no sólo en Cali, sino en todo el mundo.

Es más, Carlos Vicente Rada, director del Instituto Nacional de Cancerología, ha dicho que la obesidad está ligada a varios tipos de cáncer como el de mama y de colon.

Y en Cali, el 30% de la población padece este mal relacionado también con el sedentarismo.

El Secretario de Salud Municipal añadió que “otra alternativa podría ser la de establecer impuestos a las gaseosas ya que son uno de los productos que más azúcares contiene. Al contrario, el dinero recaudado podría destinarse a la salud”.

No todo es dulce

A pesar de los múltiples apoyos de las autoridades de salud al proyecto, la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, calificó la iniciativa de innecesaria y pidió que sea archivada por el Senado.

Mediante un comunicado, la entidad indicó que “no se encuentra justificada la expedición de una ley que declara la obesidad un problema de salud publica, pues el camino para otorgar un tratamiento adecuado al tema no es la regulación legal, sino la implementación y complementación de políticas públicas que son de competencia del Gobierno y no del legislador”.

Asimismo, la Andi recordó que los mismos nutricionistas aseguran que no existen alimentos buenos o malos sino hábitos alimenticios inadecuados.

“El proyecto en cuestión no aborda la importancia que tiene la familia en el control de la obesidad, sino que deja toda la responsabilidad a las promotoras de los alimentos, sin tener en cuenta que la educación y la implementación de estilos de vida saludable son fundamentales”.

A la Andi le preocupa la censura que ejercería la iniciativa sobre ciertos productos. Según sus estimativos, el proyecto del Senado restringiría la publicidad y libertad de elección de más del 90% de los alimentos y bebidas que se comercializan en el país.

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