Durante los últimos años hemos visto cómo se han multiplicado los
fallos judiciales a favor de parejas que sufren problemas con su
fertilidad, obligando a obras sociales y prepagas a pagar los
tratamientos de fertilización asistida. Esta situación es producto de
un vacío legal cuya solución está en que diputados y senadores acuerden
una ley.
En Argentina, un 15% de la población en edad de concebir experimenta
problemas de fertilidad, 600.000 parejas según la Sociedad Argentina de
Esterilidad e Infertilidad. En los últimos años, las estadísticas
indican que la tendencia va en ascenso.
Argentina es uno de
los pocos países sin legislación al respecto. Médicos, pacientes y
niños nacidos bajo tratamientos de reproducción asistida, que ya son
muchos, necesitan tener un marco regulatorio.
En la Argentina la
infertilidad es un caso atípico en medicina, ya que tiene como causa a
un órgano que no cumple su función y aún así no se la considera una
enfermedad. Este hecho tiene graves consecuencias para quienes la
padecen: las empresas de medicina prepaga y las obras sociales no
tienen obligación de tratarlos.
Una pareja invierte buena parte
de su presupuesto en asistencia médica, pero al descubrir su
infertilidad, deben hacerse cargo del tratamiento. Al dolor que produce
la infertilidad, se suma la dificultad de lidiar con una enfermedad que
no tiene status y cuyo tratamiento es caro y hasta inaccesible. Una
injusticia que se soluciona con la legislación adecuada.
El
consenso sobre la necesidad de una ley es indiscutible. El Congreso
tiene en sus manos varios proyectos. Algunos de ellos restringen la
posibilidad de elegir tratamientos que brinda la ciencia y que mejoran
la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad.
En
este sentido, es fundamental señalar la importancia de que quienes
tienen rol de decidir sobre la salud deben ser absolutamente
independientes de toda tendencia ideológica o religiosa. Las decisiones
deben ser tomadas en base a lo que la patología necesita para curar. Se
quiere restringir, por ejemplo, técnicas como la criopreservación
-preservación de embriones congelados.
La criopreservación es
un método que ha producido grandes progresos en los tratamientos de
fertilización. Permite a la mujer -luego de que fue fecundado más de un
óvulo en su primer tratamiento- no tener que ser intervenida y medicada
cada vez que quiera tener un hijo. Además, reduce los costos en los
tratamientos posteriores.
Es un deber del Congreso de la Nación
el de elegir una Ley de Salud Reproductiva democrática, que legalice y
legisle sobre los métodos que la ciencia puede brindar, y que no sea
restrictiva ni discriminatoria.
Una Ley de Salud Reproductiva
no debe prohibir, sino promover la seguridad y la excelencia. Debe
garantizar el derecho a elegir los recursos disponibles para que cada
paciente decida en libertad, en su intimidad y con responsabilidad,
cómo llegar al hijo tan deseado.
Fuente: MEDICA, PRESIDENTE FUNDACION PARA LA INVEST. CIENTIFICA Y PSICOLOGICAComentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |