Propiciar una respuesta adecuada del sistema inmune frente al VIH. Con este objetivo, un grupo de expertos de distintos centros estadounidenses ha dado con una terapia que, probada en monos con SIV (la variante simia del virus del sida), bloquea uno de los agentes responsables de inhibir las defensas en las infecciones víricas crónicas y, por tanto, potencia la actividad de las 'protectoras' células T.
A partir de estudios previos en ratones con meningitis, los autores de este nuevo trabajo, aparecido en 'Nature',
aseguraron el papel nocivo del receptor PD-1 en las infecciones. Ahora,
prueban su hipótesis en monos con SIV a los que se les administró un anticuerpo destinado a bloquear el citado camino molecular.
"Los simios que tomaron este tratamiento vivieron más
y presentaron una mejora en la respuesta de las células T (CD8) y menor
carga viral", explica a elmundo.es Rama Amara, del Centro Nacional
Yerkes de Investigación con Primates y principal autor de esta
investigación.
En efecto. A los cuatro meses de seguimiento, los nueve monos con sida que recibieron la citada terapia de 'bloqueo' durante 10 días
(cuatro veces diarias) estaban vivos. Sin embargo, en el grupo control,
en el que no se administró la terapia, sólo uno de los cinco macacos
seguía con vida.
Los autores, entre los que también se encuentran Rafi Ahmed y Gordon
J. Freeman (de la Universidad Emory y la Escuela Médica Harvard,
respectivamente), destacan que el anticuerpo del PD-1, a pesar de
haberse suministrado a bajas dosis, resultó eficaz "tanto a la semana
10 como pasados 18 meses". Y en animales con alta carga viral que ya habían desarrollado la enfermedad.
Un sola vía molecular
"Hemos demostrado que bloquear una sola vía molecular puede bastar
para revertir el daño del SIV sobre el sistema inmune. El incremento de
las células T sucede rápidamente, en un plazo de unos 20 días. Además,
podemos hacerlo de una manera segura ya que no detectamos efectos
secundarios relevantes", declara Amara.
"Esa expansión [de las células T] se observó también en el tejido mucoso colorrectal, un sitio preferente para la replicación
del SIV o el VIH", añade el trabajo, que cuenta con el apoyo de los
Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en sus siglas en inglés).
Aunque los expertos esperan que este tratamiento, que ya ha
demostrado su seguridad en humanos con cáncer, funcione aún mejor en
personas, todavía es pronto para afirmarlo. Antes, estos mismos
científicos llevarán a cabo estudios complementarios.
"Necesitamos analizar qué ocurre si prolongamos la terapia
durante dos o tres meses. O si la mantenemos durante 10 días pero la
combinamos con antirretrovirales", señala el principal autor del
documento.
Otra vía de investigación, en la que se involucrarán más
directamente Ahmed y Freeman, será el uso de este anticuerpo de origen
humano para otras infecciones crónicas como la hepatitis C.
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