Un análisis reciente señala que tanto Avandia como Actos reducen la densidad ósea.
Un reciente análisis británico halla que los medicamentos que
se recetan ampliamente para la diabetes, Avandia y Actos, duplican el
riesgo de fracturas en las mujeres, pero no en los hombres. Avandia
(rosiglitazona) y Actos (pioglitazona) se usan para reducir el azúcar
en sangre en pacientes de diabetes tipo 2. Estudios recientes han
sugerido que el riesgo de insuficiencia cardiaca, muerte y ataque
cardiaco aumenta con Avandia, lo que desencadenó una controversia que
suscitó etiquetas de advertencia sobre el fármaco ordenadas por la
Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. "Las
mujeres que toman estos medicamentos deben replantearse sus opciones",
señaló el Dr. Yoon Loke, conferencista clínico principal de la
Universidad de Anglia Oriental en Norwich. "Hay bastantes opciones para
las mujeres que tienen diabetes tipo 2. No estoy seguro de que tomar un
medicamento que cause fracturas sea la mejor opción". Cerca de cuatro millones de personas en los EE. UU. toman estos medicamentos, conocidos como tiazolidinedionas, anotó Loke. El informe aparece en la edición del 10 de diciembre de la Canadian Medical Association Journal. Para
el metaanálisis, el equipo de Loke evaluó diez ensayos en los que
participaron 13,715 diabéticos que tomaban Avandia, Actos o ninguno de
los dos. Los estudios hallaron que estos medicamentos redujeron la
densidad ósea de la columna vertebral y las caderas de las mujeres que
tomaban estos medicamentos. El grupo de Loke calculó que la
pérdida de densidad ósea duplicaría el riesgo de fracturas en las
mujeres que tomaran cualquiera de los dos medicamentos. Para las
mujeres que ya están en riesgo de fracturas, los investigadores
calcularon que habría una fractura por cada 21 mujeres. Para las que
estaban en bajo riesgo, una por cada 55 mujeres que tomaran estos
medicamentos. Sin embargo, no se observó ningún efecto en la
densidad ósea entre los hombres en ninguno de los estudios que
analizaron los investigadores. Loke especula que las mujeres
resultan afectadas por una interacción entre los medicamentos y el
estrógeno, que debilita los huesos en las mujeres. La diferencia
también podría surgir de mujeres que tienen huesos más pequeños y
delgados desde el principio, por lo que la pérdida de un poco de masa
ósea puede aumentar el riesgo de fracturas, agregó Loke. Loke
considera que estos medicamentos necesitan advertencias más
contundentes sobre efectos secundarios potenciales. "La Administración
de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos necesita darle advertencias
más contundentes a las mujeres. Y la advertencia debería ser que
realmente se deben evitar estos medicamentos si es posible", dijo. La
Dra. Lorraine Lipscombe, del Instituto de ciencias clínicas de
evaluación y de la Universidad de Toronto (Canadá), y autora de un
editorial acompañante en la revista, considera que este estudio suscita
más dudas sobre el uso de estos medicamentos. "Esta evidencia
contribuye a la creciente preocupación sobre estos medicamentos, de que
también se han relacionado con un mayor riesgo de insuficiencia
cardiaca y posiblemente con ataques cardiacos", aseguró Lipscombe.
"Debido a que los medicamentos para la diabetes generalmente se
aprueban según sus efectos sobre el control de la glucemia y no según
sus resultados a largo plazo, estos eventos adversos solo surgieron
luego de que los medicamentos habían salido al mercado". Aún no
hay suficiente evidencia sobre el beneficio clínico de estos
medicamentos, además de que reducen la glucemia, por lo que el uso de
los mismos para el tratamiento de la diabetes no está claro, señaló
Lipscombe. "Debido a que los ensayos clínicos están diseñados
para evaluar los efectos esperados de los medicamentos, con frecuencia
no tienen suficiente potencia para detectar efectos inesperados o menos
comunes", aseguró Lipscombe. "Por consiguiente, hace falta un proceso
más estandarizado de vigilancia después de la comercialización para
asegurar que los efectos adversos potenciales se reconozcan tan pronto
como sea posible". GlaxoSmithKline, fabricante de Avandia,
aseguró que este estudio reitera algo que ya se sabe y se refleja en la
etiqueta. Además, el laboratorio defiende su medicamento como algo
"seguro y efectivo para la diabetes tipo 2 para el paciente apropiado". "Ya
se había informado sobre la relación entre las tiazolidinedionas con
las fracturas", señaló Jeff McLaughlin, vocero de GlaxoSmithKline. "Las
etiquetas de la rosiglitazona y la pioglitazona anotan sobre la
observación de mayor incidencia de fracturas entre las mujeres que
toman el medicamento". El riesgo de fractura se debe tener en
cuenta al cuidar de los pacientes, señaló McLaughlin. "Además,
GlaxoSmithKline ya había informado sobre esto directamente a los
médicos en una carta dirigida a los proveedores de atención de la
salud", anotó. Más información Para más información sobre la diabetes, diríjase al Instituto Nacional sobre la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón.
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