Los pulmones de donantes
mayores de 55 años se pueden aprovechar para el trasplante, ya que en términos de
mortalidad postoperatoria y de supervivencia ofrecen resultados similares. En el Hospital
Puerta de Hierro, de Madrid, están trabajando con donantes marginales. Por el momento,
los datos disponibles de seguimiento son de tres meses, aunque algunos pacientes llevan
trasplantados más tiempo.
Existe una gran escasez de donantes de órganos, sobre todo de pulmón, ya que son los primeros que se deterioran en la donación tras muerte cerebral, a lo que hay que añadir que los criterios de selección son muy estrictos. En los últimos años se han desarrollado distintas estrategias para solventar este problema, entre las que destaca la utilización de donantes marginales, subóptimos o extendidos. "Nosotros utilizamos donantes de más de 55 años y ofrecen los mismos resultados que los más jóvenes", ha explicado Francisco Javier Moradiellos, del Servicio de Cirugía Torácica y Cardiovascular del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid.
Por el momento, los datos disponibles de seguimiento son de tres meses, aunque algunos pacientes llevan trasplantados más tiempo.
En 2005 se hicieron 167 trasplantes pulmonares, pero la lista de espera no se redujo. Hay que recordar que un porcentaje significativo de sujetos aguarda más de seis meses para recibir un pulmón y un 10 por ciento fallece mientras está en lista de espera. "A pesar de haber aumentado el número de trasplantes de 31 a 40, el tiempo medio en lista de espera de nuestros pacientes entre 2004 y 2005 ha aumentado de 109 a 268 días".
Una de las opciones para conseguir más pulmones es el programa de donantes en asistolia. "Está funcionando muy bien con una mortalidad y una supervivencia comparables a la de otros órganos".
También se está reduciendo el tamaño del injerto. "Cuando tenemos un pulmón de un donante en teoría demasiado grande para el receptor, se reseca para conseguir ajustarlo a la cavidad del receptor. Del izquierdo se extirpa la língula y del derecho se hace una lobectomía media".
También se están haciendo con donantes marginales, que son los que cumplen alguno de estos criterios: fumadores importantes, pacientes con una placa patológica que muestra alguna alteración, sujetos con secreciones purulentas en la broncoscopia de evaluación y los que tienen un indicio de oxigenación menor del nivel de corte normalmente aceptado, es decir, más de 300 ml de mercurio.
Moradiellos ha comentado que la edad es otro criterio de selección de donantes. "La mayor parte no supera los 55 años. Una persona que cumple alguno de estos criterios, incluyendo la edad, se convierte en donante marginal".
En la serie de Puerta de Hierro se ha visto que se obtienen resultados similares con donantes marginales y óptimos en cuanto a mortalidad postoperatoria y supervivencia a tres meses.
Pautas de actuación El problema con los donantes marginales es que es difícil disponer de unas guías categóricas para decidir si un donantes es o no aceptable, o si las muestras analizadas hasta el momento, que aún son pequeñas, pueden ser representativas, "puesto que se selecciona el receptor que tiene más riesgo de complicaciones, por lo que el paciente parte de una situación peor; por eso se considera un sesgo de selección".
Cuando coexiste más de un factor, en el donante marginal no se sabe la importancia relativa de cada uno, por lo que es necesario valorar cómo interactúan tales circunstancias.
A medida que aumenta la edad del donante se eleva el riesgo del receptor. En donantes de más 30 años, el riesgo aproximado de mortalidad a un año es uno: "Se trata de mortalidad relativa. Es el punto donde no hay ni más ni menos riesgo. Si el donante es menor de 30 años, el riesgo es menor".
Mejor estado de ánimo
El consejo telefónico mejora significativamente la cualidad de vida y el bienestar de las personas que se encuentran en lista de espera de un trasplante de pulmón, según un estudio sobre 328 pacientes en lista de espera para un pulmón, coordinado por James Blumenthal, del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, que se publica en el último número de Journal of Consulting and Clinical Psychology. Los resultados del trabajo demuestran que el consejo telefónico puede convertirse en una buena herramienta para mejorar el estado de ánimo de los que esperan un órgano, sobre todo en el grupo estudiado, que eran pacientes que necesitaban un pulmón por fibrosis quística, por hipertensión pulmonar o por EPOC.
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