Un equipo de científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, ubicado en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), ha detectado una nueva variante del VIH mucho más agresiva, que no reacciona a los tratamientos y puede causar la muerte en menos de un mes.
Bonaventura Clotet, director del IrsiCaixa,
explicó que para que se produzca esta muerte fulminante deben darse dos
circunstancias: que transmisor del virus e infectado tengan un perfil
genético similar y que el virus acceda al organismo a través de
determinadas células. Se calcula que un 1% de los infectados cumplen
con este perfil. En España se estima que hay entre 120.000 y 150.000
seropositivos, lo que supondría que unas mil personas serían
susceptibles de tener una evolución clínica mucho más rápida y severa
de lo habitual. Los investigadores catalanes analizaron los casos
de dos enfermos en los que la progresión de la infección fue
fulminante. Uno de ellos, un hombre de 26 años que fue diagnosticado en
el Hospital Arquitecto Marcide de El Ferrol (La Coruña), falleció a los
25 días de ser contagiado. El otro caso es el de una joven de 15
años que ingresó en el hospital barcelonés con dolor torácico, fiebre y
sin apenas células CD4 (las que utiliza el VIH para reproducirse). Su
evolución es favorable tras llegar a tiempo a administrarle el
tratamiento. En el centro fue atendido también su compañero, de 23
años, que estaba infectado con un subtipo de virus recombinante con
alta capacidad de replicar. En los dos casos, el virus actuó de forma
virulenta y accedió al organismo por dos vías: los receptores R5 -los
que usa en la mayoría de casos- y los X4, que sólo actúan en las fases
finales. Tanto infectado como trasmisor tenían sistemas
inmunitarios similares. "Cuando el virus penetra en el organismo topa
con un sistema inmunitario que no le ofrece resistencia porque lo
conoce", afirmó Javier Martínez Picado, investigador del IrsiCaixa. Los
científicos aconsejan no bajar la guardia contra la enfermedad y
extremar la prevención. En este sentido, Bonaventura Clotet recalcó la
importancia del uso del preservativo. El investigador recordó además
que el tratamiento antirretroviral cuesta 90.000 euros al año por
paciente, y que sólo Cataluña gasta 120 millones de euros en estos
fármacos, un coste que puede llegar a poner en riesgo el sistema
sanitario.
|