Las dimensiones que está alcanzado la venta de medicamentos
falsificados son tales que la Organización Mundial de la Salud (OMS),
así como la Unión Europea, se han puesto manos a la obra para intentar
poner freno a un mercado que cada año mueve entre 30.000 y 40.000
millones de dólares y que se prevé que en el 2010, alcance ventas de
75.000 millones de dólares.
El problema afecta fundamentalmente a los países en desarrollo, donde
el volumen de falsificación alcanza hasta el 50% de su mercado. En los
países desarrollados, la venta se produce, sobre todo, a través de
internet, donde hasta el 60% de los fármacos puestos a la venta es
falso. Se trata de medicamentos que no contienen principio activo, que
incluyen sustancias no autorizadas o que no han pasado todos los
controles establecidos por las autoridades sanitarias.
Aparte de la dimensión económica, las autoridades sanitarias advierten
del grave riesgo para la salud de los pacientes que suponen estos
productos. "A día de hoy, en los países industrializados las
falsificaciones de fármacos representan algo más del 1%, pero se ha
advertido un incremento más que notable en los últimos años. Tanto es
así que ya se han detectado medicamentos falsos en la cadena de
distribución oficial", explica Icíar Sanz de Madrid, directora del
departamento Internacional de Farmaindustria. Un ejemplo de la
presencia de estos productos en el mercado europeo es la incautación en
las aduanas. En el 2006, las incautaciones crecieron un 384% respecto
al periodo anterior, y en el 2007, un 51%, según datos de la Unión
Europea.
En España, en sólo dos meses (desde mediados de octubre) se han
interceptado casi un millón de medicamentos falsificados procedentes de
fuera de la UE. En total, se han incautado 34 millones de pastillas, la
mayoría antibióticos, antibacterianos y fármacos contra los problemas
de memoria. La mayor parte de estos fármacos procedían de India,
Pakistán, China y, en menor medida, de Singapur y Siria. Entre los
comprimidos interceptados figuraban también medicamentos contra el
cáncer y contra el colesterol y la famosa Viagra. En el caso de
hormonas y anabolizantes para muscularse, los cuerpos policiales del
Estado decomisaron más de dos millones de dosis en el último año.
Según los datos facilitados por Farmaindustria, los antibióticos, con
un 28%, son los medicamentos más sometidos a la falsificación. A estos,
le siguen las hormonas y esteroides (18%), los fármacos contra el asma
y antialérgicos (8%), contra la malaria (7%) y los analgésicos y
antipiréticos (6%). La mayoría de estos productos no cuentan con el
principio activo (60%), o no en las cantidades que precisa, lo que
ocurre en el 17% de los casos. También utilizan ingredientes
incorrectos o se fabrican sin cumplir los estándares de calidad
pertinentes. El consumo de estos productos ocasionó 2.000 muertes en
Bangladesh en el 2005 y un centenar de muertos en Panamá por consumir
un fármaco que contenía un excipiente falso. El 7% restante de
medicamentos falsificados contaba con un principio activo distinto al
que debía llevar.
Icíar Sanz de Madrid explica que el incremento de los medicamentos
falsos se 18% debe, principalmente, a la ausencia de normativas que
penalicen esta actividad, máxime en un mercado global con un medio de
compraventa tan escurridizo como internet, en el caso de los países
desarrollados, o la venta ambulante, en los países en vías de
desarrollo.
La ausencia de unas leyes que de verdad persigan esta actividad y los
elevados beneficios económicos que lleva parejos han provocado que
numerosos grupos mafiosos y organizaciones terroristas se hayan
decidido a liderar este comercio. "Han encontrado un medio más que
rentable para financiar sus actividades", indica la directora del
departamento Internacional de Farmaindustria.
Ante este panorama, muchos son los organismos internacionales que se
han puesto manos a la obra para intentar frenar este comercio ilegal
que amenaza directamente a la salud de las personas. Es el caso de la
Unión Europea, que trabaja para reformar el marco legal europeo y así
luchar contra las falsificaciones.
Además, en diciembre del 2008 la Comisión Europea propuso un pacto
internacional que involucre a los países de mayor volumen de comercio
con la UE, como son Estados Unidos, Japón, Corea, México y Nueva
Zelanda. La OMS por su parte tiene en marcha el programa IMPACT
(Internacional Medical Products Anti-Counterfeiting Taskforce), que
tiene como objetivo mejorar la cooperación en una dimensión global,
promover los cambios legislativos necesarios y establecer mecanismos de
información internacional.
En todos estos programas e iniciativas, la industria colabora
activamente, explica Sanz de Madrid, quien defiende como principal
medida contra el comercio ilegal de fármacos, "asegurar el suministro
de medicamentos seguros". Esto implicaría realizar el empaquetado de
los fármacos sistemas de antimanipulación, el uso de medidas de
autentificación visibles e invisibles y la identificación del
medicamento paquete individual con un estándar.
En cuanto a la de distribución, la industria defiende la prohibición
del reempaquetado por terceros no autorizados, la realización de
auditorías en la cadena de distribución, la clarificación de
responsabilidades de todos los agentes intervienen en la cadena del
medicamento y un sistema único codificación.
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |