El domingo 23 de enero se celebró la Jornada Mundial contra la lepra,
una enfermedad infecciosa y mutilante que aún hoy provoca el
aislamiento y la exclusión de los enfermos. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS) cada año se registran 250.000 nuevos casos.
La aparición de lesiones cutáneas deformantes es uno de los
principales síntomas visibles de la enfermedad. Los nervios, las
mucosas y los ojos son afectados posteriormente, las lesiones aumentan
y poco a poco el paciente pierde sensibilidad en sus miembros, lo que
puede causar una gran discapacidad.
La lepra es una enfermedad
poco contagiosa, y curable si se diagnostica y trata a tiempo. En 1981
se descubrió un tratamiento eficaz que asocia tres tipos antibióticos
para curar; esto ha permitido salvar a cerca de 14 millones de leprosos
en los últimos 25 años. No obstante esta enfermedad, causada por un
bacilo, no se ha erradicado e incluso sigue siendo endémica en 60
países. 1,5 millones de personas en el mundo la padecen al tiempo que
se registran unos 250.000 nuevos casos cada año, según la OMS. India,
Brasil y varios países de Africa y el sureste de Asia son las zonas más
afectadas por la enfermedad. Se sabe que la lepra, conocida
también como enfermedad de Hansen, afecta a la humanidad desde al menos
el 600 a.C., y fue bien diagnosticada en las civilizaciones de la
Antigua China, Antiguo Egipto e India. En 1995, la OMS estimaba que
entre dos y tres millones de habitantes seguían permanentemente
discapacitados por lepra. Aunque las forzadas cuarentenas o segregación
de pacientes ha sido proscrita y además es innecesaria, aún se
mantienen leprosarios en países como India, Japón, Egipto y Vietnam. Una
de las principales dificultades en la lucha contra la lepra es su
incubación lenta que puede necesitar hasta 5 años. Los síntomas pueden
tardar hasta 20 años en aparecer. La Jornada Mundial de los
leprosos fue creada en 1954 por el escritor e intelectual francés Raoul
Follereau (1903 – 1977) para denunciar la exclusión de la que son
víctimas los enfermos de lepra y para hacer un llamado a la
generosidad. Varias organizaciones en Francia se movilizan este día con
el objetivo de recolectar fondos, entre ellas la Fundación Raoul
Follereau y la Orden de Malta.
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