Una reunión entre representantes de Gordos Organizados (GO) y la
ministra María Julia Muñoz terminó en tensión luego de que la
secretaria de Estado acusara al líder de esa organización de hacer
política partidaria con el problema de la obesidad.
"Lloro de impotencia," dijo Lilián, una mujer que pesa 167 kilos tras
reunirse por espacio de una hora con la ministra María Julia Muñoz.
Lilián salió llorando de la reunión ya que se descompensó mientras
estaba en el despacho de la secretaria de Estado en representación del
grupo Gordos Organizados del Uruguay.
Según narró el líder del grupo, Luis Cherro, el episodio surgió
luego de que la ministra lo acusó de estar haciendo este movimiento con
objetivos políticos: "Ella trabajaba en lo social, igual que yo que
estoy en esto desde hace 15 años. Le pregunté si ella utilizó a la
gente pobre para llegar a ministra."
Muñoz aclaró a El País que "ese señor contravino lo que hablamos
anteriormente por lo que le dije que él había realizado reuniones
político partidarias y que había otros obesos de otros partidos que
también iban a hacerlo".
Luis Cherro respondió que "se ve que no le gustó que nos reuniéramos
unos pocos gordos en la puerta del Ministerio. Nosotros reclamamos el
derecho a la salud."
Si bien Cherro es un hombre vinculado a la política -forma parte de
un grupo que apoya a Carmelo Vidalín aunque se le conoce alguna
cercanía con el Partido Colorado-, aclara que GO es una organización
apolítica con el solo objetivo de alcanzar la salud de sus integrantes
y mejorar su calidad de vida. Cherro recordó que el grupo está
integrado por unas 10 mil personas de todo el país.
Puntualizó que "el 60% de los uruguayos necesita una respuesta
adulta sobre esto, ya que hay una gran parafernalia alrededor de los
gordos. Estamos siendo objeto de estafas que van desde pastillas
mágicas hasta médicos que se hacen millonarios con nosotros".
Cherro remarcó que "la ministra no conoce la realidad, hay gente que
gana $ 3.000 por mes y ella dice que la fruta está barata, para mí vive
en otro país".
PiscinaEn cuanto a Lilián, la ministra dijo que "el
llanto de la señora es porque le cobraban la piscina $ 800. Yo no se la
puedo rebajar, la puedo enviar a las plazas de deportes y a todas las
piscinas públicas".
Lilián explicó, momentos antes de entrar al despacho de la ministra,
que por sus dimensiones solo puede hacer gimnasia en el agua, pues de
lo contrario sufriría importantes lesiones óseas. Por tal motivo pasa
los días sentada con problemas para movilizarse y gastar energías.
Destacó que "hasta hace tres años podía subir al ómnibus, ahora no
puedo. Ni siquiera podría salir a pasear, si no fuera por mi marido que
tiene auto, no podría ir al médico". Además, mencionó que por su
obesidad ha tenido problemas para realizarse estudios clínicos ya que
algunos equipos no están diseñados para su morfología y nadie le ofrece
alternativas.
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