El alto y desmedido
consumo de remedios contra la obesidad, preocupa a las autoridades,
quienes han tomado medidas para frenar la situación, que incluso puede
llevar a la muerte.
En Rancagua, más de 40 pacientes cada tarde llegan hasta un centro médico
instalado frente al Hospital Regional de la ciudad, todas con problemas
de peso, que es el punto en común que las lleva hasta el lugar.
Las personas ni
siquiera se preocupan cuando son atendidas de manera más bien
descuidada, y tampoco caben dudas al momento de recibir recetas
médicas, las que compran confiadas en que les ayudará a mejorar su
salud.
Así, todas las mujeres que pasan por dicha consulta, llegan hasta
una farmacia, a sólo un par de cuadras del centro médico, donde las
recetas magistrales no se demoran días, sino apenas media hora, ya que
son todas iguales.
En el lugar, los recibos de las recetas se acumulan en un mesón,
mientras la mujeres esperan con paciencia sus pastillas milagrosas.
Un
cuarto de los chilenos es obeso, aunque si se contabiliza a las
personas con sobrepeso llegaríamos a más de la mitad de la población,
lo que constituye un interesante mercado para todo tipo de ofertas.
Ante esto, los especialistas advierten que para tratar a una
persona obesa, es necesario evaluarla adecuadamente, esto es con una
historia clínica y exámenes médicos. El pilar de toda terapia debe ser
el cambio de hábitos alimenticios y el ejercicio, pero no los
medicamentos.
"Siempre en todos los pacientes hay que tratar a los pacientes
primero a lo menos un mes de manera convencional, para luego plantearse
el uso de medicamentos", es lo que asegura Mónica Manrique, Nutrióloga
del Centro de Obesidad de la Universidad Católica.
De hecho a nivel mundial sólo se recomienda el uso de 2 remedios
para la obesidad, los que se ingieren por separado. En el caso de
Rancagua, en cambio, se combinan 11 substancias distintas lo que
significa una verdadera bomba de tiempo para la salud de las personas
que las consumen.
Estas
formulaciones están prohibidas en países como Argentina, por el riesgo
de muerte que implican. Pese a esto, el médico de Rancagua que receta
el peligroso cóctel resta importancia a las pautas de tratamiento
aprobadas internacionalmente por las sociedades científicas.
"Son sólo recomendaciones de las sociedades científicas; si fuera
cierto todos los pacientes que las toman, tendrían problemas", asegura
Francisco Bravo, el médico en cuestión.
Los rumores entre sus propias pacientes, dicen otra cosa, ya que
aunque estas pastillas logran rápidas bajas de peso, esto no dura
mucho.
Es el llamado efecto rebote lo que significa una rápida baja de
peso y luego de vuelta a engordar, pero aún más que al principio. Ante
esto, sin embargo, el médico se defiende asegurando que se trata de
prácticas habituales. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |