Quienes toman y no pueden controlar el consumo de alcohol, pero aún no son adictos a la bebida, disminuirían su ingesta incluso después de una sola sesión de autoayuda por correo electrónico o internet, según sugirió una revisión de estudios publicados.
Ese resultado, sostuvieron los autores, sugiere que habría
una forma relativamente simple y de bajo costo para motivar a
los grandes bebedores a dejar el alcohol. La revisión de 14 estudios publicados determinó que "las
intervenciones de interacción personalizada" alentaban a los
participantes -muchos eran estudiantes universitarios- a
reducir el consumo de alcohol después de una sola sesión. Uno de cada ocho participantes disminuía su consumo de
alcohol a niveles moderados, concluyó el equipo en American
Journal of Preventive Medicine. Las sesiones de retroalimentación buscaron principalmente
que los participantes analizaran sus hábitos de consumo de
alcohol (cuánto y con qué frecuencia bebían por semana) y los
compararan con las conductas normales de personas de su edad. Ellos aprendieron también cuáles son los riesgos de beber
excesivamente y qué dicen las guías sobe el consumo "sensible"
de alcohol. En cada estudio, las intervenciones se realizaron por
correo electrónico o internet. Nueve estudios estuvieron
orientados a estudiantes universitarios, uno se realizó en el
entorno laboral y el resto incluyó a adultos de la población
general. "Esa es la mínima intervención posible que se puede
administrar y los resultados fueron mejores de lo pensado",
dijo la autora principal del estudio, Heleen Riper, del
Instituto Trimbos, en Utrecht, Holanda. Durante años se desconoció cómo tratar mejor a los
bebedores problemáticos, que son los que aún no son adictos al
alcohol pero tienen hábitos riesgosos, como beber
frecuentemente o darse atracones con el alcohol. Aun cuando no haya una adicción grave, esos bebedores
tienen riesgo de autolesionarse o de lastimar a otros, o tener
problemas laborales o escolares, dijo Riper a Reuters Health.
Los costos sociales y económicos del consumo problemático de
alcohol, son "enormes". Mientras que muchos de esos bebedores se resistirían a
enfrentar la consejería, Riper señaló que aceptarían recibir
ayuda anónima por internet. Eso, dijo el experto, significa que las intervenciones de
relativamente bajo costo y efectivas permitirían reducir los
altos costos y los problemas de salud. Según el equipo, una gran cantidad de instituciones podría
ofrecer intervenciones de retroalimentación personalizada, como
los grandes empleadores, las universidades, las empresas de
seguro de salud y las agencias gubernamentales.
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