Trece personas perdieron la vida por dengue hemorrágico en la peor epidemia en 22 años que castiga al oriente del país, informó el martes el Ministerio de Salud.
El director de Epidemiología Juan Carlos Arraya dijo a la emisora
Erbol que la mayoría de los fallecimientos ocurrió en Santa Cruz, 530
kilómetros al este, la región más castigada por la epidemia. Hasta
ahora fueron confirmados en todo el país 15.000 casos de dengue clásico. Las
autoridades sanitarias atribuyeron el rebrote a las prematuras lluvias
pero también a la falta de cooperación de la población para limpiar los
charcos y depósitos de agua donde anida el mosquito transmisor. La
alcaldía de la población de Villa Tunari en el centro del país, impuso
una multa equivalente entre 7 y 14 dólares a los vecinos que no
cooperen con la limpieza de los focos de infección en sus barrios, dijo
el alcalde Feliciano Mamani. Hace
dos semanas el propio gobernador de Santa Cruz Rubén Costas se puso en
campaña para limpiar la ciudad de llantas usadas, botellas de plástico
y todo reservorio de agua. El dengue
clásico se transmite por la picadura del mosquito aedes aegypty que se
propaga durante la temporada lluviosa. Sus síntomas son la fiebre alta,
dolor de cabeza y espalda y erupciones cutáneas. Si no se controla puede derivar en dengue hemorrágico y causar la muerte del infectado. El
gobierno boliviano declaró emergencia sanitaria hace tres semanas y
despliega un vasto plan de fumigación con ayuda de miles de soldados
para controlar la propagación del mal que afecta a varias regiones del
país. Arraya dijo que gobierno paraguayo envió en donación equipos de fumigación para Santa Cruz. El
presidente paraguayo Fernando Lugo informó en Asunción que "viajaron
dos aviones de la fuerza aérea a Santacruz de la Sierra con 4.000
litros de insecticida y 1.000 litros de larvicida".
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