Un estudio canadiense ha hallado que ciertas proteínas halladas en la arveja amarilla parecen ayudar a reducir la presión arterial y a retrasar, controlar y hasta prevenir la aparición de la enfermedad renal crónica, al menos en ratas.
"Lo que parece que tenemos aquí es una especie de método
natural para tratar esta enfermedad, en lugar del método farmacológico
normal", señaló Rotimi E. Alujo, autor líder del estudio y profesor
asociado del departamento de ciencias de la nutrición humana de la
Universidad de Manitoba en Winnipeg. "Estamos hablando de un producto
comestible, no de un medicamento, que puede ayudar a reducir la presión
arterial y, al mismo tiempo, reducir el impacto gravemente negativo de
la enfermedad renal.
Alujo y sus colegas tenían programado
presentar sus hallazgos el domingo en la reunión nacional de la
American Chemical Society en Salt Lake City. El estudio fue respaldado
por varias entidades gubernamentales canadienses.
La enfermedad
renal afecta a alrededor del trece por ciento de los adultos
estadounidenses, según anotaron los autores, y resulta notoriamente
difícil de tratar. La mayoría de la gente sucumbe a las complicaciones
cardiovasculares de la hipertensión relacionadas con la mala función
renal.
Debido a esto, los investigadores se enfocaron en los
efectos potenciales de la presión arterial que podrían provenir de las
arvejas, que por mucho tiempo se han presentado como fuentes de fibra y
proteína libres de colesterol.
Luego de purificar una mezcla de
proteínas de arveja amarilla, en conjunto llamadas "hidrolizado de
proteína de arveja", los investigadores pasaron ocho semanas
alimentando este derivado a las ratas que tenían enfermedad renal.
Hallaron
que la presión arterial se redujo en veinte por ciento en las ratas
tratadas con la mezcla de proteína de arveja, en comparación con la de
las ratas no tratadas.
También hallaron que la producción de
orina, que se puede ver gravemente restringida por la descomposición de
la función renal, mejoró en más de treinta por ciento entre las ratas
tratadas.
A pesar de estos hallazgos positivos, los
investigadores no recomiendan el consumo de arvejas amarillas con este
fin. Explicaron que hace falta un proceso complejo de purificación de
proteínas para activar lo que de otro modo es un beneficio latente de
la legumbre.
La proteína de arveja necesita entonces ser mezclada
con ciertas enzimas para hacer un aditivo o complemento nutricional en
presentación líquida o en comprimido. En esa presentación, aseguró
Alujo, podría resultar más fácil tolerar medicamentos para la presión
arterial, teniendo en cuenta el origen natural de la proteína de
arveja. Un tratamiento natural, dijo, también eliminaría el riesgo de
sobredosis.
Aseguró que se están realizando ensayos con seres
humanos y, si resultan exitosos, la terapia con arvejas podría estar
disponible en dos o tres años.
El Dr. George Bakris, director de
la unidad de trastornos hipertensivos de la Universidad de Chicago,
describió el hallazgo como algo "fascinante".
"Esta no es la
primera vez que el secreto del control de la presión arterial se
encuentra en la Madre Naturaleza", anotó Bakris. "Hace diez años, se
aisló una sustancia del apio, por ejemplo, que también tenía efectos
controladores. Aquí lo que parecen haber demostrado es que hay una
sustancia en esta arveja, cuando se parte, que funciona de manera
similar a los inhibidores de la ECA que se están usando hace 25 años.
Así, básicamente, hay una sustancia natural que funciona como los
medicamentos estándares que conocemos mucho".
"Por supuesto,
necesitamos ver lo que muestren los estudios con seres humanos",
advirtió Bakris. "Pero si los resultados resultan tan contundentes como
los logrados con animales, este sería, potencialmente, un desarrollo
reconfortante, emocionante y positivo, porque ciertamente es muy
difícil controlar la presión arterial en los pacientes de enfermedad
renal".
Más información
La American Heart Association tiene más información sobre la hipertensión.