La esperanza para los afectados por el Síndrome de X-frágil (SXF), la forma hereditaria más común de retraso mental, se llama melatonina o tocoferol (vitamina E). Científicos españoles acaban de publicar sendos trabajos, realizados con ratones, en los que se constata que tanto la hormona como el mencionado antioxidante pueden mejorar las alteraciones de comportamiento y de aprendizaje que padecen los animales con esta enfermedad.
La esperanza para los afectados por el Síndrome
de X-frágil (SXF), la forma hereditaria más común de retraso mental, se
llama melatonina o tocoferol (vitamina E). Científicos españoles acaban
de publicar sendos trabajos, realizados con ratones, en los que se
constata que tanto la hormona como el mencionado antioxidante pueden
mejorar las alteraciones de comportamiento y de aprendizaje que padecen
los animales con esta enfermedad.
Unos descubrimientos que, según ha reconocido a elmundo.es Yolanda
de Diego-Otero, directora del grupo de Investigación de la Fundación
IMABIS, en los laboratorios de investigación del Hospital Regional
Carlos Haya de Málaga y autora principal de los trabajos "justificaría
la realización de un ensayo con pacientes con este tipo de compuestos
que han demostrado ampliamente, en un gran número de ensayos muy bien
controlados, que son bien tolerados a cualquiera edad
y de muy baja toxicidad a las dosis terapéuticas". Máxime si se valora,
además, que actualmente no existe cura ni un tratamiento específico
para esta dolencia.
El SXF es un trastorno genético y hereditario que afecta a uno de
cada 2.500 niños y a una de cada 4.000 niñas. Está provocado por una
anomalía en un solo gen: el FMR1, ubicado en el cromosoma X (el que
determina el sexo de una persona). De hecho se le denomina así por una
localización 'frágil' del cromosoma X, donde bajo ciertas condiciones
de laboratorio, parece estar roto. Sus afectados padecen problemas de
desarrollo, comportamiento y lenguaje, además de hiperactividad,
ansiedad y dificultades de atención.
La doctora de Diego-Otero, cuyo 'leitmotiv' [así como el de todo su equipo] es la búsqueda de terapias específicas para
el tratamiento del SXF, lleva trabajando en "esta hipótesis desde 2001.
Hemos dedicado los últimos ocho años a demostrar que había una
alteración en los mecanismos bioquímicos del cerebro del ratón
transgénico [modificado genéticamente para manifestar el síndrome SXF],
que hoy conocemos como estrés oxidativo, así como a poner de manifiesto
que esta alteración puede normalizarse con compuestos naturales que
tienen elevado efecto antioxidante como son el tocoferol (vitamina E) y
la melatonina".
De hecho, los dos ensayos publicados en 'Neuropsychopharmacology' y en 'Journal Pineal Research'
constatan que ambos compuestos "tienen consecuencias positivas sobre la
hiperactividad, la ansiedad y el aprendizaje del ratón X-Frágil.
Poseen, además, un extenso y bien caracterizado efecto antioxidante y
controlan los efectos dañinos que ejerce el exceso de radicales libres
sobre los tejidos y el metabolismo celular. En el modelo animal, los
efectos beneficiosos se observan tras un tratamiento crónico en su
etapa juvenil".
En el SXF el mecanismo bioquímico que está alterado se conoce como estrés oxidativo,
que aparece en el cerebro y otros tejidos por un incremento de la
producción de radicales libres y un desequilibrio en la capacidad
antioxidante de la célula, lo que conduce a un deterioro neuronal en el
que participan proteínas relacionadas a su vez en los procesos de
envejecimiento. "Utilizando compuestos, como la melatonina o el
tocoferol, que actúen sobre dicho mecanismo, se observa además una
reversión de parte de la sintomatología a nivel celular y bioquímico",
concreta la especialista de Málaga.
En el ensayo con melatonina, los roedores recibieron una inyección intraperitoneal
diaria a lo largo de 30 días. En esta misma investigación también se
testó un antidepresivo con poder ansiolítico (tinapetina). Los efectos
tanto de la hormona como del fármaco fueron comparados con los
obtenidos en los roedores que ejercieron de grupo control al que se le
inyectó etanol al 0,9% como placebo.
Los datos demuestran que la melatonina, a diferencia del
antidepresivo o del placebo, sí logró controlar la ansiedad y tuvo
efectos positivos sobre el aprendizaje de los ratones.
Una de las ventajas del uso de estos compuestos es que "los efectos
secundarios serían escasos. Actualmente, la melatonina se utiliza
ampliamente en los con niños con SXF que padecen trastornos del sueño y
la mejoría es bastante significativa en la mayoría de los casos",
insiste.
Esta especialista no se atreve a predecir si serán efectivos en
pacientes y cuánto tiempo necesitarían tratarse con estos compuestos,
ya que las etapas de desarrollo en ratón y humanos no son comparables y sus ciclos de vida y sus metabolismos son diferentes.
"Podemos indicar que el tratamiento crónico durante 30 días en el
modelo de ratón fue suficiente para poder detectar diferencias
significativas con los grupos control que no recibían tratamiento, lo
que hace pensar que podría tratarse de una posible vía terapéutica
experimental con posibles efectos beneficiosos en humanos afectados por
el SXF", concluye.
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