El tratamiento de la enfermedad periodontal mejora los síntomas de las personas que también padecen artritis reumatoide.
Durante los últimos años, varios estudios han constatado que la
enfermedad periodontal, en concreto, la gingivitis, es habitual en
aquellas personas con artritis y viceversa. Investigadores
estadounidenses han demostrado que los pacientes con artritis que
aumentan o mejoran su higiene bucal mejoran también los síntomas de
esta enfermedad inflamatoria. Más aún, que la combinación del
tratamiento bucal con los fármacos para la artritis resulta ser la
mejor terapia.
Las personas que sufren artritis reumatoide son más propensas a padecer gingivitis. En ambas enfermedades se deterioran tejidos, blandos y duros, debido a una inflamación. La artritis reumatoide es una enfermedad incurable, causada por un fallo en el sistema inmunitario que afecta, principalmente, a pequeñas articulaciones de manos y pies. La padecen más de cinco millones de personas en todo el mundo, sobre todo, mujeres. En el caso de la enfermedad periodontal, la inflamación la provocan toxinas procedentes de infecciones bacterianas.
La relación entre ambas enfermedades lleva estudiándose desde hace varios años. Investigadores alemanes ya apuntaban en un trabajo elaborado en 2008 una incidencia de enfermedad periodontal en personas con artritis hasta ocho veces mayor que en las personas sin la enfermedad. En una posible explicación, el dolor y la inflamación de las manos que se dan en la artrosis hacen que cepillarse los dientes y utilizar el hilo dental sea complicado, lo que da como resultado una higiene dental deficiente.
No obstante, y aunque la higiene dental es un factor de riesgo,
diversos trabajos constatan que no es el único que explica por completo
la relación entre ambas enfermedades. Los investigadores señalan a
otros factores, posiblemente relacionados con la inflamación crónica,
como responsables. También en 2008, un trabajo relacionó a los
anticuerpos contra la proteína citrulinada (anti-CCP) con la presencia
de artritis y gingivitis.
Higiene y extracción
Las visitas al
dentista son una parte importante en la rutina para lograr un buen
estado de salud general en los afectados por artritis
Aunque los motivos no están aún del todo claros, la relación entre
las dos afectaciones parece evidente. Por ello, muchas investigaciones
actuales se centran en cómo optimizar el método terapéutico de ambas.
Investigadores del Case Western Reserve University School of Dental
Medicine y de los hospitales universitarios de la Universidad de
Cleveland (EE.UU.) han encontrado que la mejor manera de tratar los
síntomas de las dos enfermedades es hacer hincapié, sobre todo, en la
higiene bucal. La investigación se ha publicado en "Journal of
Periodontology", publicación de la American Academy of Periodontology
(AAP).
Los investigadores aseguran que su trabajo apoya la idea de que la
extracción de dientes dañados y dolorosos tiene un impacto muy positivo
en los síntomas de la artritis. Asimismo, el estudio confirma que las
personas con dicha dolencia no deben basar su tratamiento sólo en la
inflamación de las extremidades, sino en el cuerpo entero, incluyendo
encías y dientes.
Una proteína en concreto, llamada factor de necrosis tumoral (TNF, en sus siglas en inglés), se encuentra en la sangre cuando hay inflamación. Ésta puede agravar o generar nuevas infecciones. Los científicos usaron fármacos antiTNF para su trabajo. De cuatro grupos de afectados por artritis, dos de ellos recibieron esta terapia con fármacos. Uno de estos dos grupos recibió, además, tratamiento dental no quirúrgico basado en limpiar y extraer las infecciones de los huesos y los tejidos de las encías. A un tercer grupo se le administró sólo este tratamiento higiénico y a un último grupo, ningún tratamiento.
Las personas que recibieron tratamiento dental mostraron una
importante mejoría en los síntomas de la artritis, como la reducción de
la hinchazón de las extremidades y del dolor general. Quienes
recibieron los dos tratamientos (dental y con antiTNF) fueron, sin
embargo, los que presentaron la mayor mejoría.
Bienestar general
Los investigadores aseguran que estos resultados abren la puerta a
un nuevo tipo de intervención terapéutica que hasta ahora no se había
tenido muy en cuenta. Añaden que los reumatólogos deberían motivar a
sus pacientes para que estuvieran alerta ante la relación entre las dos
afectaciones. Nigel Carter, de la British Dental Foundation, afirma, a
propósito del estudio, que las visitas al dentista son una parte
importante en la rutina para lograr un buen estado de salud general.
Ahora se fortalece esta idea, sobre todo con las potenciales relaciones, muchas aún en investigación, de la enfermedad periodontal con otras dolencias como el infarto de miocardio, la diabetes o los partos prematuros.
Lavarse los dientes dos veces al día con pasta de dientes con
flúor, la limpieza diaria con hilo dental para llegar a las partes más
internas y visitar al dentista con regularidad son sencillos hábitos
que ayudan a cuidarse. No hay que olvidar que la gingivitis es
reversible si se crea un entorno oral sano y éste se mantiene con
prácticas higiénicas adecuadas. No obstante, el estado más avanzado de
la gingivitis, la periodontitis (cuando ya no sólo afecta a las encías,
sino también a los huesos), es irreversible debido a la pérdida de
hueso, encía y ligamento periodontal. Por este motivo, no sólo el
diagnóstico precoz de esta enfermedad es de gran importancia, sino la
costumbre de una buena higiene.
GINGIVITIS Y CORAZÓN
La gingivitis no está únicamente relacionada con la artritis reumatoide. Se están llevando a cabo muchos trabajos que tratan de localizar coincidencias con ataques al corazón. Investigadores de la Universidad de Kiel (Alemania) han encontrado una mutación genética común, localizada en el cromosoma 9, en las enfermedades periodontal y cardiovascular. Según Arne Schaefer, investigador principal del estudio, este hallazgo sugiere la importancia creciente de la enfermedad periodontal y la necesidad de tratarla cuanto antes.
Pero en el estudio hay limitaciones: se ha centrado en pacientes
con periodontitis, la forma agresiva de la gingivitis. Los
investigadores pretenden, en un siguiente paso, tratar de hallar la
misma relación en aquellos pacientes con gingivitis crónica. Los
investigadores han encontrado también parecidos entre las bacterias
halladas en la cavidad oral y las de las placas coronarias.
Ambas enfermedades, además, se caracterizan por un desequilibrio en la respuesta inmunitaria y una inflamación crónica. Una de las teorías afirma que las bacterias presentes en la periodontitis desencadenan una respuesta inflamatoria leve en todo el cuerpo, generando cambios en las arterias principales de los ataques de miocardio. Otra de las explicaciones podría ser que las bacterias alteran el modo en el que se dilatan los vasos sanguíneos, al penetrar alguna de ellas en el torrente sanguíneo. Investigadores de la Universidad de Buffalo (EE.UU.) respaldan esta segunda teoría, que expusieron también en el encuentro reciente de la Asociación Americana de Odontología. El trabajo, dirigido por Robert J. Genco, ha identificado las tres bacterias orales que contribuyen al desarrollo de problemas coronarios. Su concentración es la clave. De acuerdo con Genco, si estos resultados se confirman, la enfermedad periodontal se podría tratar con antibióticos o vacunas.
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