Parece ciencia ficción, pero es una realidad. Un centenar de enfermos con dolencias graves de corazón son vigilados por control remoto por profesionales de la unidad de arritmias del Hospital Clínico Universitario. Mediante un módem que los pacientes tienen en su casa, y a través de una línea telefónica fija, se envía a una central de datos la información del estado del corazón, que es vista a diario en el Clínico. Este sistema de telemedicina permite detectar de forma precoz cualquier alteración del ritmo cardiaco -circunstancia fundamental para prevenir la muerte súbita- o un fallo en el funcionamiento del desfibrilador que lleva colocado el enfermo.
Además de ofrecer una mayor seguridad a los pacientes, el control a distancia reduce la cifra de desplazamientos al Clínico Universitario para someterse a revisiones rutinarias. Habitualmente, las personas que llevan un desfibrilador deben acudir cada tres meses al hospital; ahora, gracias a que envían los datos del estado de su corazón mediante el módem que poseen en su casa, sólo deben hacerlo una vez al año.
Seguridad y comodidad
El jefe de la unidad de arritmias del Hospital Clínico, Javier Alzueta, explicó ayer que este sistema, pionero en España, está siendo aceptado por la mayoría de los enfermos a los que se les propone que el seguimiento se realice a distancia en vez de en forma presencial. «Para los pacientes es un método muy cómodo y seguro. La monitorización remota presenta muchas ventajas, porque podemos saber el estado hemodinámico del paciente con precisión y siempre que queremos. Además, si el enfermo nota algo raro o se encuentra mal, nos transmite la información que nos facilita conocer si se ha producido una descompensación de su insuficiencia cardiaca», explicó el doctor Alzueta.
El programa informático, cuyas llamadas son gratuitas para el usuario, permite dos tipos de conexiones: por un lado, las citas 'on-line' que el cardiólogo programa y, por otro, que el paciente envíe la información voluntariamente cada vez que tenga algún tipo de síntoma que le preocupe. El dispositivo manda los datos el día y a la hora programados por la unidad de arritmias sin que el enfermo sea consciente de ello, aparte de los que él remita cuando lo crea oportuno.
Los pacientes que se benefician de este método informático son aquellos a los que se les ha implantando un desfibrilador para combatir la insuficiencia cardiaca que padecen. El aparato sirve para proteger de las arritmias y mejorar la fuerza del corazón. Gracias a esos implantes, la capacidad de contracción del músculo cardiaco es más homogénea.
Prevenir la muerte súbita
Detectar y alertar de descompensaciones, así como prevenir la muerte súbita de personas con alto riesgo cardiaco son los dos grandes objetivos de este programa de control remoto puesto en marcha por la unidad de corazón del Clínico y que desarrolla la unidad de arritmias. De momento, sólo un centenar de los aproximadamente 2.000 enfermos malagueños que tienen implantado un desfibrilador están dentro del sistema informático que permite enviar los datos a través de un módem. Esa cifra se incrementará progresivamente, indicó Javier Alzueta. El jefe de la unidad de arritmias recalcó que este método, además de ahorrarles visitas al hospital, le da una mayor seguridad a los enfermos.
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