Desde
hace 18 meses, cerca de 2.000 pacientes de cuidado intensivo han sido
atendidos en las regiones más apartadas del país: Leticia, Quibdó,
Mompox, Bahía Solano, Puerto Inírida o Florencia. La tasa de mortalidad
para este grupo ha sido del 8%, es decir, similar a la de las mejores
unidades de cuidado intensivo en el mundo.
Los resultados para estos pacientes son exitosos pese a que no han sido
tratados bajo el sistema tradicional. Para este grupo se han utilizando
las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC)
aplicadas a la salud, conocidas como telemedicina, en un proyecto en el
que están involucrados los Ministerios de Protección Social y
Comunicaciones, Caprecom y la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga.
Seguridad,
eficacia y una adecuada relación costo-beneficio son los principales
atributos que hacen de la telemedicina una de las apuestas más
importantes de futuro para el país.
Víctor Castillo, director de
la Fundación Cardiovascular -entidad que opera uno de los proyectos de
cuidado intensivo a distancia-, explica que, con un equipo médico bien
entrenado y especializado, los pacientes son atendidos en los
municipios alejados del país gracias a una plataforma tecnológica que
provee de información en tiempo real y permite ejercer el cuidado y
monitoreo permanente del estado de salud de los enfermos.
Por
eso, Castillo no duda en asegurar que la telemedicina se está
convirtiendo en la mejor herramienta para responder al desafío de los
sistemas de salud en el mundo, de llevar conocimiento y atención
especializada a las poblaciones alejadas, donde no se cuenta con
servicios médicos de alta complejidad o su costo hace inviable su
prestación.
Todo arranca en los municipios apartados del país
donde los pacientes son atendidos en centros médicos que cuentan con
tecnologías de la información y las comunicaciones, que permiten
transmitir en tiempo real los exámenes, pruebas o diagnósticos
realizados por médicos generales, a un centro de mayor nivel de
complejidad donde los especialistas procesan la información y dan las
indicaciones sobre los procedimientos a seguir. En estos municipios, el
costo de tener un especialista en cardiología, dermatología, pediatría
u otra especialidad resulta insostenible, como también lo es el
traslado de estos pacientes a centros de mayor nivel.
Desde
procedimientos de consulta con un especialista, hasta cuidados
intermedios o cuidados intensivos, son servicios que ya se ofrecen en
el país a través 790 instituciones prestadoras de servicios de salud de
20 departamentos que hoy están conectadas con centros médicos
especializados a través de las tecnologías de la información y las
telecomunicaciones. De acuerdo con datos del Ministerio de
Comunicaciones, en 2008 se realizaron 7.531 consultas médicas y se
prestó el servicio de medicina especializada a 806 pacientes en
telecuidado intermedio.
Victoria Kairuz, coordinadora del Plan
Nacional TIC del Ministerio de Comunicaciones, considera que el país
debe avanzar hacia la telesalud, cuyos componentes básicos son la
telemedicina, teleeducación, epidemiología y gestión y administración,
que se articulan a partir del uso de tecnologías de la comunicación
como la telefonía celular, telefonía fija, internet y la futura
televisión digital, para atender de manera efectiva y eficiente la
salud de los colombianos.
Este tema hace parte, además, de las
prioridades trazadas en el Plan Nacional TIC, que se lanzó en mayo del
año pasado y cuya ejecución vienen adelantando conjuntamente los
Ministerios de Protección Social y Comunicaciones.
A partir de
esta priorización, los Ministerios decidieron formular el Plan País en
Telesalud o en e-salud -como también se le denomina-, que estará listo
en los próximos meses y busca ser más incluyente, pues involucrará no
solo la atención remota de pacientes sino también el teleagendamiento
de citas; las campañas de prevención en salud o campañas de alerta en
materia de salud, utilizando las tecnologías de la información.
Un sector en crecimiento
El
tema de telemedicina en el mundo comenzó a desarrollarse en los años
60, pero fue a partir de los 90, con el auge de internet y de la
telefonía móvil que logró cimentar su desarrollo. Los mayores avances,
sin embargo, se han dado en los últimos cinco años.
De acuerdo
con BCC Research, una compañía especializada en investigación de
negocios en tecnología, el mercado de telemedicina alcanzó en 2008 los
US$4.700 millones y para 2012 podría llegar a los US$11.200 millones,
con una tasa anual de crecimiento del 19%.
Andrés Cortés,
director de ventas de canales de Alcatel Lucent, explica que en Canadá,
Europa y Japón la telemedicina ha despegado "apalancada principalmente
en las nuevas tecnologías de banda ancha inalámbrica que han servido
como facilitadoras de la conectividad y de la ubicuidad". Eso sí,
reconoce que hay una brecha entre estas regiones y el resto del mundo,
justamente por las dificultades en materia de conectividad.
Las
compañías de telecomunicaciones e informática han tenido especial
injerencia en el desarrollo de la telesalud en el mundo. Cortés, de
Alcatel-Lucent, destaca del caso colombiano los programas enfocados a
llevar telesalud a las poblaciones más apartadas del país. "Estos
buscan llegar con algo más que solo internet y de eso se trata, de
utilizar esta infraestructura para permitir videoconferencias,
transmisión de video o de datos, montar aplicativos que permitan a cada
campo específico de la salud llevar datos y señales de un paciente
hasta su médico".
Aunque en Colombia el tema de telesalud
arrancó en el último lustro, el empeño con el que vienen trabajando
sector público y privado en el tema hace pensar en un desarrollo
sostenido que, sin duda, redundará en el bienestar de todos los
colombianos.
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