La lucha contra la mortalidad infantil en Uruguay, exitosa en los
últimos años con indicadores en franco descenso, enfrenta su mayor
desafío en la frontera norte. El departamento de Cerro Largo lidera las
estadísticas con casi 16 fallecimientos por cada 1.000 niños nacidos
vivos en 2008.
Los datos oficiales muestran, empero, una mejora respecto del año
anterior, cuando este nororiental distrito fronterizo con Brasil, el
segundo mayor de los 19 en que se divide el país, llegó a 19,64 por
1.000, casi el doble del promedio nacional de entonces que era de 11,90
por 1.000.
La vecindad con Brasil ha llevado a su comunidad a tener un
mayor y estrecho vínculo comercial y social con las poblaciones
fronterizas de ese país que con Montevideo u otras ciudades uruguayas.
También este departamento, con unos 90.000 habitantes,
presenta el índice de natalidad más bajo de Uruguay, un país con 3,3
millones de habitantes y que sus autoridades admiten que se está ante
una emergencia demográfica al registrar en 2006 una tasa global de
fecundidad de 2,04, cuando el valor requerido para garantizar el
reemplazo poblacional es de 2,1 hijos por mujer.
Sin embargo uno de los médicos expertos en el tema
consultados por IPS reconoce que en los últimos tiempos se percibe un
aumento de embarazos adolescentes en Cerro Largo, lo cual configura
otro problema social de fuste.
El desempleo, el trabajo informal y alto índices de
prostitución infantil completan el drama social de una zona, que, como
contrapartida, seduce a inversores agropecuarios extranjeros por la
calidad y fertilidad de sus tierras. Más de 130 establecimientos
ubicados en la extensa franja fronteriza de Cerro Largo están hoy en
manos de empresarios brasileños y de otros países.
La privilegiada frontera con Brasil contrasta con la
distancia y las malas condiciones de los vínculos terrestres con
Montevideo y el resto del país.
"Ni los médicos especialistas, jugadores, jueces o
periodistas quieren venir a Melo, la capital departamental, por la
distancia y el estado de las carreteras", resumió para IPS Ernesto
Dehl, presidente del Club Cerro Largo, de la primera división
profesional del fútbol uruguayo.
Debido a la carencia de centros especializados en la zona,
la mayoría de los afectados por traumatismos o en estado crítico de
salud deben ser trasladados a Montevideo, distante 400 kilómetros y a
cinco horas de viaje en ambulancia, o en el mejor de los casos a la
central ciudad de Tacuarembó, a 220 kilómetros.
AVANCE DESIGUAL
Las autoridades sanitarias locales tienen entre sus mayores
desafíos atacar el crecimiento que hasta hace poco revelaba la
mortalidad infantil, si bien en el último año han mejorado los
indicadores mostrando una lenta desaceleración.
El índice de mortalidad infantil registró en 2008 en Uruguay
su mayor descenso en la última década al situarse en 10,66 por cada
1.000 nacidos vivos, el séptimo más bajo de América según la
Organización Panamericana de la Salud (OPS). Cuba ostenta los mejores
registros de la región en la materia, con sólo 4,7 muertes por cada
1.000 nacimientos.
El cuarto de los ocho grandes Objetivos de Desarrollo para el
Milenio, aprobados en 2000 por los gobiernos en la Organización de las
Naciones Unidas, es reducir en dos terceras partes la mortalidad de
niños y niñas menores de cinco años para 2015, tomando como base los
datos de 1990.
Los avances se observan midiendo la mortalidad infantil
hasta un año de vida y la de menores de cinco años, así como la
cobertura de vacunación.
La reducción que se aprecia en Uruguay desde 2003 se debe,
como ha ocurrido en otros países, a la reorganización del sistema de
salud, la aplicación adecuada de los avances tecnológicos y a las
mejoras en las condiciones sociales de la población, señala la OPS.
Entre otros factores concretos para estos logros se destaca
la ampliación de los controles a los niños en su primer año de vida, la
campaña de vacunación antineumocóccica iniciada en febrero de 2008 y un
conjunto de medidas tendientes a mejorar la calidad de vida de los
niños y sus madres dispuestas desde la llegada al gobierno en marzo de
2005 del izquierdista Frente Amplio.
Pero el territorio uruguayo muestra desniveles importantes con zonas donde este indicador es muy difícil de abatir.
El barrio Las Láminas en el noroccidental departamento de
Artigas, que interpeló a la sociedad uruguaya en 2003 al mostrar 53
muertes infantiles por 1.000 niños nacidos vivos y llevaba entonces a
ese distrito al primer lugar en esa estadística, ahora registra 13 por
1.000 y deja ese preocupante privilegio a Cerro Largo y al vecino
Treinta Tres con casi 16 por 1.000 cada uno.
En el otro extremo aparece el sudoriental departamento de Maldonado con apenas cuatro por 1.000.
La directora Departamental de Salud de Cerro Largo, la médica
Beatriz Detomassi, no oculta la preocupación oficial por los guarismos,
aunque sostiene que ahora "estamos mejor". Vincula la situación entre
otros factores "a la escasa cantidad de nacimientos que se viene
verificando en los últimos años en el área". "Si nacen pocos incide
sobre la relación de fallecidos", explicó a IPS.
Sin embargo Luis Blanco, ex director del Hospital de Melo,
rebatió la tesis de su colega. "No se deben mezclar las tasas. En
ningún lugar que se enseñe administración en servicios de salud nos
dicen que se pueda mezclar o combinarlas. Claro que depende de la
formación que tengamos", dijo a IPS.
Para la directora Detomassi también hay otros factores que
inciden en la problemática, como por ejemplo la falta de control
adecuado de los embarazos.
"Hay que captar más embarazo como sea", enfatizó. Otros de
los temas que tienen directa relación son las distancias y las
dificultades de traslados en tiempo y forma a los centros
especializados, lo que incide fuertemente en los casos de enfermos
críticos.
"Los traslados de niños por lo general son de aquellos que nacen prematuros y por consiguiente tienen mayor fragilidad".
Detomassi marcó como un próximo objetivo la incorporación de
una unidad móvil de cuidados intensivos que tendrá como base la ciudad
de Treinta y Tres, a 110 kilómetros de Melo.
"Esto le dará muchas garantías al niño para que llegue a ser
atendido rápidamente en la zona, con mejores posibilidades de
recuperarse", comentó.
Blanco concuerda que "las bajas consultas o tardías inciden,
pero aclaró que generalmente cuando suceden episodios de esta índole no
se trata de fenómenos puntuales, aislados u ocasionales sino que son
consecuencia de múltiples factores".
Para Blanco, "lo que sí importa es que los factores que
desencadenan las causas de mortalidad en la actualidad son producto y
responsabilidad conjunta de toda la sociedad y de las propias
autoridades sanitarias.
Hay carencias en el sistema de salud, en la velocidad y en
la forma de respuesta. Es casi una denuncia incita el hecho de que en
Cerro Largo se asocia el alto índice de mortalidad infantil, que nos
provoca tristeza, con una franja de gente ubicada en el margen de la
pobreza", concluyó.
POBRES EN TIERRA FÉRTIL
La emigración rural especialmente hacia los cinturones de
pobreza de Melo y otras ciudades del departamento genera una creciente
marginalidad y la preocupación de la sociedad y autoridades.
Verónica es una joven de 17 años cuyos padres tenían un
pequeño predio de 40 hectáreas a 65 kilómetros de Melo y que para
subsistir se vieron obligados a vender la propiedad. Ahora la familia
vive en una modesta vivienda de un alejado barrio "con los pesos
(dinero) que nos quedó y la jubilación (ingreso de retiro) de mi
padre", dice la adolescente.
"Dejé la escuela (rural) a los 14, ahora me enteré que la
cerraron porque no hay más niños en la zona", narra con nostalgia. Allá
la vida era más sana, sólo escuchábamos radio, pero aquí tengo
diversión, bailes, amigos y alguna changuita (trabajo temporal) que
siempre sale", dice a IPS casi con ingenuidad.
El deterioro social se constata con mayor claridad en los
principales centros urbanos del departamento. Al igual que Verónica, un
elevado porcentaje de jóvenes no completan sus estudios secundarios.
El ocio, la falta de oportunidades y de horizonte es caldo
de cultivo para el ingreso al circuito delictivo. La ingesta de bebidas
alcohólicas en abundancia, los hechos de vandalismo y la reciente
llegada de la pasta base (residuos de la fabricación de cocaína), son
reconocidos como incontrolables por las autoridades.
"El ingreso de la pasta base se veía venir, pero no fue
posible impedirlo", dijo resignado a IPS el jefe de la Brigada
Departamental Antidrogas, comisario Arbelois Castillo. Powered by AkoComment! |