Desde Alaska hasta la Patagonia, los responsables sanitarios en América
redoblan esfuerzos para intentar contener la pandemia de la gripe A,
que hasta el momento deja por lo menos 420 muertos y 68.227 afectados
en el continente. El más reciente fallecimiento por la enfermedad en la
región fue confirmado esta tarde en Jamaica, el primero en esa isla
caribeña, donde se han reportado un total de 33 casos.
Horas antes, Costa Rica anunció que una mujer de 45 años perdió la vida
el sábado pasado, lo que eleva a cuatro las víctimas fatales y a casi
300 los infectados en el país centroamericano. La noche del lunes,
Colombia confirmó las muertes de una menor de edad y una mujer de 28
años, quienes no habían viajado al exterior o tenido contactos con
infectados. Esto elevó a cuatro los decesos y a 125 infectados.
En Chile, el Gobierno dictó un decreto que amplía las facultades
extraordinarias entregadas al Ministerio de Salud para enfrentar la
gripe A, que ya ha causado 21 fallecidos y 8.160 contagiados en el
país. La norma, que entrará en vigor en los próximos días, permite al
Ministerio de Salud controlar la prescripción de antivirales y obliga a
un registro diario de pacientes diagnosticados, para evitar el uso
indebido de los medicamentos.
También autoriza a los secretarios regionales de Salud a suspender
reuniones, espectáculos y eventos de cualquier naturaleza que implique
una concurrencia masiva de personas, aseguró el jefe de la cartera
sanitaria de Chile, Álvaro Erazo.
En Paraguay, donde ha habido tres muertos en menos de 10 días y el
número de infectados se elevó a 114, el Congreso convirtió hoy en ley
la emergencia sanitaria declarada por el Gobierno en mayo y aprobó una
ampliación presupuestaria de 96.900 millones de guaraníes ( US$ 19,2
millones) para el Ministerio de Salud. Además, los teatros y otros
recintos cerrados controlados por la Municipalidad de Asunción serán
cerrados por ocho días a partir de mañana.
Las autoridades de Bolivia señalaron hoy que los casos de gripe A en el
país suman 499 y que la región oriental de Santa Cruz, la más afectada
por el mal con 338, estudia paralizar las actividades durante cuatro
días.
Adicionalmente, el ministro boliviano de Culturas, Pablo Groux, aseguró
ayer que el Gobierno considera la posibilidad de suspender los festejos
del bicentenario de la revuelta de La Paz contra el dominio español del
próximo 16 de julio.
Por su parte, Argentina, que con 60 muertes solo es superado en esa
estadística por EE.UU. (170 de 33.902 infectados) y México (119 de
10.262 enfermos), acordó unificar criterios y protocolos para la
mitigación de la enfermedad, que obligó a suspender las clases en 17 de
los 24 distritos del país hasta agosto.
También se suspendieron los espectáculos teatrales hasta el 17 de julio
y se han cerrado discotecas y bares en el conurbano de Buenos Aires, y
el Gobierno dispuso hoy un "asueto sanitario" el próximo viernes para
el personal de la administración pública, aprovechando el festivo del
jueves.
Sin embargo, todas estas medidas no han logrado aplacar la polémica
desatada luego de las elecciones legislativas del pasado 28 de junio,
cuando el Gobierno argentino anunció que el número de contagios había
pasado de los 1.587 anunciados dos días antes de los comicios a
"aproximadamente 100.000".
Aunque oficialmente los enfermos por el mal confirmados con pruebas de
laboratorio son 2.485, el lunes el ministro argentino de Salud, Juan
Manzur, aseguró que desde el 7 de mayo pasado se han detectado 107.000
casos de influenza, un 90% de ellos de la variedad AH1N1.
La polémica también está a la orden del día en Perú, país que ha
reportado 1.135 casos de la gripe A y que el domingo pasado anunció las
dos primeras muertes por la enfermedad.
El viudo de una de las víctimas denunciará al Ministerio de Salud local
por negligencia, ya que nunca le dieron el diagnóstico de su esposa ni
se sometió a tratamiento al resto de su familia, por lo cual, aseguró,
es probable que dos sobrinos de 11 meses y 10 años estén contagiados.
Pese a esto, otras naciones llaman a la calma. Por ejemplo, el ministro
brasileño de Salud, José Gomes Temporão, aseguró hoy que la gripe común
es un problema "mucho más serio" que el tipo A, que en Brasil ha
causado la muerte a una persona y contagiado a 905.
"Me acuerdo que en 2006 murieron en Brasil, de complicaciones causadas
por la gripe común, 70.000 personas", dijo Temporão, quien, sin
embargo, indicó que esta es una enfermedad "nueva", alertó que "todo
puede pasar" y reiteró que su ministerio está "de guardia, siete días
por semana, 24 horas por día".
Y su colega de Uruguay, María Julia Muñoz, dijo este martes que la
presencia del virus AH1N1 no "amerita aplicar medidas extremas", como
alargar las vacaciones escolares, cerrar las fronteras o cancelar
espectáculos públicos. Pero el Gobierno de este país, donde
oficialmente hay hasta ahora 6 decesos y 216 afectados, sí modificó el
protocolo de asistencia a los posibles contagiados, que ahora recibirán
medicamentos contra la gripe A ante el primer indicio de la presencia
del virus y no tras tener confirmada la enfermedad, como hasta ahora
sucedía.
Las otras naciones de América donde personas han perdido la vida por
este mal son Canadá (25 de 7.983 infectados), República Dominicana (2 y
108), El Salvador (1 y 319), Honduras (1 y 118) y Guatemala (1 y 286),
aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta una segunda
muerte en esta última nación.
En el resto de la región, Panamá registra 457 afectados, Nicaragua 326,
Venezuela 222, Ecuador 204 y Puerto Rico 22. Cuba, que en su último
reporte del 26 de junio habló de 46 contagios, ya contaría con 85,
según la OMS. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |