Niños y adultos mayores son los grupos de población más
susceptibles a sufrir una deshidratación grave a consecuencia de una
infección gastrointestinal, de ahí la importancia de tomar medidas
preventivas como lavarse las manos antes y después de ir al baño, lavar
y desinfectar frutas y verduras, consumir agua hervida o embotellada y
evitar comer en la vía pública.
Fernando Bernal Sahagún, especialista del Hospital General de
México, indicó que durante la temporada de calor uno de los problemas
de salud que se incrementan considerablemente son las diarreas
infecciosas, provocadas por la falta de higiene y el consumo de
alimentos contaminados o en mal estado.
El 95 por ciento de estos cuadros son auto-limitados, es decir,
desaparecen durante las siguientes 72 horas, en el caso de que se
prolongue por más días, dijo, será necesario consultar al médico para
evitar un problema de deshidratación, sobre todo en los menores de
cinco años y las personas mayores de 60 años.
Subrayó que ante la presencia de un cuadro diarreico, se deben
consumir abundantes líquidos para hidratar el cuerpo, una buena opción
son los Sobres de Vida Suero Oral, los cuales se distribuyen de forma
gratuita en todas las unidades médicas.
Explicó que estas sales se deben disolver en un litro de agua
hervida y consumirla durante el tiempo que se presenten las
evacuaciones, sobre todo, si se trata de un menor de edad o una persona
mayor de 60 años, en quienes una deshidratación grave pone en riesgo su
vida.
Asimismo, subrayó que por ningún motivo hay que suspender la
alimentación, debe estar basada en una dieta blanda que incluya pollo,
verduras, frutas y abundantes líquidos, principalmente agua hervida o
embotellada.
El especialista destacó que no es recomendable tomar sin
prescripción médica un anti-diarreico, ya que una dosis mal
suministrada puede ocasionar otro tipo de problema de salud como es una
obstrucción intestinal.
Comentó que si la persona observa que las evacuaciones no
disminuyen, presenta dolor abdominal y debilidad, de inmediato debe
acudir a una institución médica, para que sea evaluado y valorar la
necesidad de suministrarle algún antibiótico e hidratarlo de forma
intravenosa.
Cuando se trate de un menor de edad, enfatizó, la madre debe estar
muy pendiente de los siguientes signos de alarma: llanto sin lágrimas,
falta de apetito, disminución de orina, fiebre alta, pérdida de peso y
fontanela hundida, en caso de ser un bebé.
También se debe poner especial atención en la preparación de los
alimentos, sobre todo, mantener su buena conservación, es decir,
refrigerarse una vez elaborados debido a que con las altas temperaturas
se descomponen y se convierten en un foco de infección de bacterias. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |