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Durante el 4º Congreso Tabaco o Salud -realizado del 14 al 16 de agosto pasado en Rosario-, se leyó en público la “Declaración de Rosario”, documento firmado por 16 sociedades científicas que solicita al Congreso de la Nación la inmediata ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco.

Se trata del primer tratado de salud pública mundial, que establece medidas efectivas para enfrentar la pandemia de tabaquismo y salvar 150 millones de vidas en el próximo siglo. Sin embargo, Argentina aún no ha ratificado su firma al Convenio poniendo en riesgo la vida de su población, y quedando aislada en el contexto de cooperación internacional en la materia.

Cabe recordar que el tabaquismo es la principal causa de muerte prevenible en todo el mundo y, sólo en nuestro país, anualmente causa 40.000 muertes y ocasiona gastos por de 6.900 millones de pesos, que paga toda la sociedad. Además, es una de las principales causas de discapacidad y pérdida de productividad laboral y consume alrededor del 15% de los costos sanitarios de los países. Y esto es consecuencia del negocio multimillonario de comerciar con una sustancia legal pero altamente adictiva y mortal: el tabaco. Diferentes organismos gubernamentales y no gubernamentales han reconocido que el tabaco mata a la mitad de los consumidores crónicos, aumenta la pobreza y golpea en especial a los sectores sociales más desprotegidos.

Argentina tiene el lamentable privilegio de ser uno de los cuatro países del mundo que, habiendo firmado en su momento la adhesión a dicho convenio, aún no lo ha ratificado. El documento se redactó durante la reunión “Sociedades Científicas: protagonistas de los procesos de toma de decisión en Salud Pública. Ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco”, convocada por la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT).

En dicho encuentro, además, se consensuaron estrategias tendientes a asumir un mayor protagonismo en la difusión del conocimiento dirigido a la sociedad y particularmente a mejorar los mecanismos para influir en la toma de decisiones emanadas de los organismos oficiales competentes.

En el mundo, uno de cada cuatro adultos fuma y se espera que en el próximo siglo el tabaco mate a 1 billón de personas. Para revertir esta dramática situación global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había impulsado el Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT).

Cabe destacar que en el marco del Congreso Tabaco o Salud se realizó el Tercer Encuentro Nacional de Jóvenes Libres de Tabaco, el pasado 14 de agosto, en la sede de la Universidad Nacional de Rosario. Participaron más de 40 jóvenes de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Río Negro, San Juan, Córdoba, Mendoza, provincia de Buenos Aires y Santa Fe, entre otras, en una capacitación realizada por el Ministerio de Salud de la Nación.

Falta compromiso

Durante el 4º Congreso argentino Tabaco o Salud que se realizó el fin de semana en Rosario, la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC Argentina) y la Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (Aliar) participaron en el Simposio sobre el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), exponiendo sobre la importancia de la participación de la sociedad civil en la promoción de la ratificación por parte de los Estados.

Allí se afirmó que “el CMCT es la herramienta legal más eficaz que haya existido alguna vez en la historia para salvar a millones de personas de una muerte evitable, por eso Argentina debe ratificar este pacto internacional”.

Mariela Alderete, subdirectora ejecutiva de FIC Argentina y coordinadora adjunta de Aliar, afirmó en Rosario que “no existen razones válidas que justifiquen la exclusión de Argentina de este Convenio excepto la falta de compromiso de los diferentes estadíos de gobierno con este tema, posiblemente debido a la alta influencia de la industria tabacalera y sus grupos aliados, como los grandes productores tabacaleros y los legisladores de las provincias productoras de tabaco. Ellos son los que han hecho lobby en el Congreso Nacional para frenar la ratificación del CMCT con falsos argumentos de potenciales perdidas económicas”.

Cabe mencionar que Argentina es el octavo productor de tabaco del mundo. Todos los grandes productores tabacaleros -China, Brasil, Turquía- han ratificado el CMCT, que entre sus principales puntos destaca el apoyo técnico y financiero para mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores tabacaleros que viven en extrema pobreza y en condiciones de constantes violaciones de sus derechos humanos.

“El lobby de la industria con los gobiernos es tan intenso y poderoso, que solamente una herramienta de cooperación y solidaridad internacional, como el CMCT, puede ayudar a los países a resistir las presiones de las cuatro transnacionales tabacaleras que manejan la casi totalidad del mercado mundial” concluyó la Dra. Alderete.

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