Un estudio de la OMS sobre los patrones de mortalidad de la población de 10 a 24 años cita como principales causas los accidentes de tráfico, los suicidios y las complicaciones del embarazo y el parto
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho público el primer
estudio sobre los patrones globales de muerte entre la población de 10
a 24 años de edad. Según concluye el documento, los accidentes de
tráfico, los suicidios, las complicaciones del embarazo y el parto, la
violencia, el VIH/sida y la tuberculosis se encuentran entre las
principales causas de mortalidad en este grupo de población.
El informe, publicado en “The Lancet”, destaca que la mayoría de
estas causas de muerte entre los jóvenes son prevenibles y tratables.
La cifra de muertes anuales de personas de 10 a 24 años asciende a 2,6
millones, y el 97% tienen lugar en países de ingresos bajos y medios.
Los autores recuerdan que hoy día hay más jóvenes que nunca en la
historia: 1.800 millones, que representan el 30% de la población
mundial. Hasta ahora ha habido poca información sobre las causas de
muerte a estas edades, así que el estudio servirá para desarrollar
políticas y programas que aseguren la mejora de las vidas de los
jóvenes del mundo y prevengan su muerte.
Para promover conductas seguras, mejorar la salud y prevenir la
mortalidad entre la población joven, la OMS cita una serie de
intervenciones.
En el caso de los accidentes de tráfico, señala que pueden
prevenirse con controles de velocidad y de alcoholemia, promoviendo u
obligando al uso del casco a los motociclistas y aumentando el empleo
del cinturón de seguridad.
En relación con la salud sexual y reproductiva, considera que
puede mejorarse con una educación adecuada en sexualidad, con un mayor
acceso a los preservativos y otros métodos anticonceptivos, con la
práctica de abortos seguros hasta donde permitan las leyes, con
cuidados antenatales y obstétricos, con consejo sobre el VIH y
extensión de la prueba que lo detecta, y con un tratamiento adecuado
del VIH/sida.
En cuanto a la violencia y el suicidio, pueden prevenirse
promoviendo la implicación positiva de los padres en las vidas de sus
hijos, reduciendo el acceso al alcohol en los menores, así como a
elementos con los que puedan quitarse la vida, caso de armas de fuego,
cuchillos, pesticidas y sedantes.
Asimismo, la OMS cita que las consecuencias inmediatas y a largo
plazo de las lesiones y de la violencia pueden reducirse mejorando el
acceso a cuidados médicos de emergencia y asistencia comunitaria
efectiva, y proporcionando tratamiento y apoyo a los jóvenes expuestos
a abuso infantil, violencia juvenil y asalto sexual. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |