En unas semanas, el Instituto Nacional de Medicina Genómica tendrá los
primeros resultados clave para comprender la genética del cáncer de
mama en México, un paso clave para desentrañar los mecanismos
moleculares “finos” que afectan el desarrollo agresivo del tumor y que
provocan que las latinas desarrollen este mal diez años antes que las
estadunidenses y las europeas.
El encargado del proyecto, Alfredo Hidalgo Miranda, investigador
adjunto del Inmegen, explicó que a partir de ese inédito estudio
científico, único en el mundo, que concluirá su fase inicial en
diciembre, se podrán establecer nuevas formas de diagnóstico y
tratamiento farmacológico en México, donde el cáncer de mama es, desde
hace 13 años, la primera causa de muerte.
El científico dijo que el cáncer de mama, un muy serio problema de
salud pública en México, mata a dos mujeres cada 20 minutos, muchas de
ellas muy jóvenes y en edad productiva.
“Hay una mayor prevalencia, mortalidad y agresividad de cáncer en
nuestro país, y por ello no se debe de descartar el hecho de que existe
un componente genético particular que lo condiciona”, dijo Hidalgo
Miranda. ¿Cuál es ese componente? “No lo sabemos aún, estamos en
proceso de identificar estos factores específicos”, precisó en
entrevista, tras referir que a fines del año aparecerán los resultados.
En colaboración con la Fundación Mexicana de Fomento para la
Prevención Oportuna del Cáncer de Mama, el Inmegen ha sometido a un
detallado análisis 70 muestras de tumores y de tejido adyacente normal
de mujeres que padecen cáncer de mama en etapas muy avanzadas, con
tumores de tres a cuatro centímetros.
El experto dijo que durante la segunda fase del protocolo, que
iniciará en 2010, se recuperarán más de mil muestras de tejido de
mujeres sanas, para secuenciar sus genes y comparar esas secuencias con
las de las células tumorales. La idea es identificar en qué difieren
esas secuencias a nivel genético.
Con tecnología de alta resolución “nosotros analizamos el tejido
tumoral y el normal, y de ahí adquirimos varias moléculas. Una de ella
es el ADN (ácido desoxirribonucleico) y otro el ARN (ácido
ribonucleico). El primero lo podemos ver como el encargado de archivar
la información de la célula, y cuando hay cáncer, sabemos que ese
archivo comienza a desordenarse, a perder segmentos, a tener más copias
de uno que de otro, y esa es una característica del cáncer”.
Regularmente, las células poseen 23 pares de cromosomas en su
núcleo, pero cuando hay cáncer se producen pérdidas y movimientos en
diferentes partes del genoma. Esto hace que la célula se descontrole y
prolifere al azar: cáncer.
“Con esta investigación lograremos establecer cuál es el perfil de
alteraciones en el número de copias del ADN entre los tumores de las
pacientes mexicanas y de esa manera determinar qué genes, y sus
funciones, están involucrados en la formación del tumor”, dijo Hidalgo
Miranda.
El investigador del Inmegen dijo que estudiando el ARN mensajero
(ARNm) establecerán cuáles son los genes que se expresan en los tejidos
normales y cuáles tienen una expresión alterada cuando hay cáncer.
“Todo esto nos permitirá definir por qué una paciente responde a un
tratamiento y otra no, y por qué en algunas crece y avanza más rápido
el cáncer”, comentó.
Integrando la información que obtengan del ADN, es decir, del código
base, y del ARN intermediario, el ARNm, buscarán marcadores o regiones
que potencialmente sean útiles como herramientas de diagnóstico,
pronóstico y tratamiento.
En otras palabras, dijo, la medicina mexicana tendrá la oportundiad
de determinar si un tratamiento novedoso y muy avanzado será de
utilidad para una mujer a partir de su perfil genético específico.
También esperan poder establecer con precisión el grado de
proliferación del cáncer dentro del cuerpo de la paciente.
Hidalgo Miranda dijo que si bien en el ámbito médico hay mucha
investigación sobre cáncer de mama, en realidad hasta ahora poco se ha
logrado en cuanto a establecer las bases moleculares de la enfermedad.
Y de ahí se sigue que las posibilidades de curarla se vean todavía muy
remotas.
El científico precisó que la investigación en marcha en el Inmegen
también ayudará a establecer en el futuro si un bebé o una niña tienen
posibildiades de desarrollar, cuando lleguen a la adultez, cáncer de
mama. De ser así, habrá tiempo para tratar de intervenir con medidas
preventivas.
Pero todo eso está en el futuro, dijo el experto. De momento no se
tiene el conocimiento suficiente para hacer pruebas que permitan
identificar zonas genéticas que confieran susceptibilidad. Pero hacia
allá se avanza.
- Claves
Asesino
• Cada año, el cáncer mamario cobra en México las vidas de más de
tres mil 500 mujeres, de modo que se trata de la primera causa de
decesos; es el segundo tumor más común entre damas.
• El tumor afecta sobre todo a mujeres entre 40 y 60 años, y la edad
promedio a la que fallecen las víctimas es de 58 años, en plena edad
productiva, según Miguel Lázaro León, oncólogo del Hospital General de
México.
• El problema más importante es que no hay diagnóstico oportuno de
la enfermedad: en hasta 80 por ciento de los casos se acude al
especialista cuando el cáncer está muy avanzado. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |