Thalía Harmony informó que la forma más efectiva de evitar que el pequeño agrave su lesión es aprovechar cuando la plasticidad del cerebro es alta, esto sucede cuando el niño es recién nacido
El diagnóstico prematuro de daño cerebral en bebés recién nacidos hace
la diferencia para que los pequeños puedan desarrollar una vida normal,
así lo expresó la investigadora del Instituto de Neurobiología, Thalía
Harmony en su conferencia en la Semana de la Ciencia y la Innovación
2009.
La doctora desarrolla una técnica llamada neurohabilitación de Katona
que permite diagnosticar a temprana edad si el bebé padece alguna
discapacidad como parálisis cerebral, problemas psicomotores, sordera o
trastornos de atención, lenguaje o aprendizaje que se detectan después
de los tres años.
El método consiste en colocar al pequeño en determinadas posiciones y analizar si responde como un niño normal.
De acuerdo con los estudios del creador de esta técnica, Katona, estás
posiciones son únicas para los seres humanos, porque los demás animales
no las presentan.
Las posturas consisten en acostar al niño y jalarlo de las manos para
que se levante, un niño normal podrá colocarse de forma vertical y
verá directamente a los ojos de la madre o de quien le practique la
técnica.
Otra posición es sujetarlo de los muslos sin ningún apoyo, sobre el aire y que pueda levantar su espalda de forma vertical.
Ponerlo a gatas es la última posición, si el niño se mueve como si
gateara y puede realizar las demás posturas significa que está bien. Si
el infante no muestra los movimientos esperados es probable que sufra
algún daño cerebral, lo que le impedirá desarrollar una vida normal
porque "está atrasado", explicó la doctora.
Thalía Harmony informó que la forma más efectiva de evitar que el
pequeño agrave su lesión es aprovechar cuando la plasticidad del
cerebro es alta, esto sucede cuando el niño es recién nacido.
De tal forma que se le enseña al sistema nervioso a aprender las
conductas correctas antes de que la lesión se agrave con el paso del
tiempo y cuando el tratamiento ya es demasiado tarde.
La técnica consiste en forzar a los bebés a que realicen las posturas que deberían de hacer de forma natural.
Los ejercicios deben repetirse cinco veces al día y tener una duración
de 45 minutos dejando entre cuatro y cinco horas para descansar,
señaló.
Añadió que al principio la terapia puede ser muy dura, pero que con el paso del tiempo lo realizará de forma automática.
Sin embargo, la recuperación a veces no es total, sino parcial. Algunos
miembros como los brazos tal vez no pueden moverse al 100% de forma
natural, pero si tienen un alto grado de acción.
Los resultados afirman que después de 24 meses con la neurohabilitación
de Katona, 159 de los 188 bebés mostraron un progreso significativo y
podrán desarrollar una vida normal.
Agregó que la participación de la familia es necesaria, por lo que se les integran terapia.
Asimismo, es necesario que la terapia no se deje cuando se empieza a
ver el progreso, porque se frena el potencial del menor para
desarrollarse.
Además los pequeños son estudiados y monitoreados todo el tiempo; con
anterioridad a la implementación de la neurohabilitición se les aplica
una serie de exámenes médicos que evalúan el daño cerebral, comentó la
doctora.
Aclaró que lo peor que pueden hacer los padres cuando les entregan a su
hijo después de estar en cuidados intensivos -porque tuvo problemas al
nacer- es esperar. Los niños con problemas cerebrales parecen normales
al principio, generalmente la sordera la descubren a los tres años,
porque los niños no hablan.
(Con información de Ana Vázquez)
De igual forma, los problemas de aprendizaje se presentan en niños
mayores a los cuatro años, dejar pasar ese tiempo sin terapia es igual
a dejar que se agrave la lesión y es demasiado tarde para aplicarla;
por lo que él pequeño tendrá que ser sometido a la rehabilitación común
y sus esperanzas de llevar una vida normal se desvanecen.
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