Las nuevas normas para proteger a los trabajadores de hospitales estadounidenses contra la gripe H1N1 enfatizan el mantener a los pacientes de influenza alejados de otros, y dejar los equipos de protección como las mascarillas como última opción.
Las nuevas guías entregadas por los Centros de Prevención y
Control de Enfermedades estadounidenses (CDC, por su sigla en
inglés) llaman a los hospitales a vacunar a la mayor cantidad de
personal posible contra la H1N1, y prohibir la entrada a
visitantes con síntomas de gripe. La mejor manera de proteger al personal y los pacientes del
virus es mantener a la enfermedad fuera de las instalaciones,
aconseja el CDC. "Ejemplos (...) incluyen: tomar medidas para minimizar
visitas de pacientes externos a los pacientes con influenza leve
que no tienen factores de riesgo de complicaciones, posponer las
visitas electivas a pacientes con síntomas o influenza confirmada
hasta que ya no sean contagiosos, y negar la entrada a visitantes
enfermos", señaló el CDC. Divisiones en las salas de espera pueden ayudar a reducir el
contagio, así como equipamiento especial para la aspirar el aire
de pacientes con tubos de respiración. También ayudan los controles administrativos, como la
requerida vacunación del personal, mantener a los trabajadores
enfermos en casa, estrategia de higiene de manos y establecer
áreas de espera separadas para pacientes con gripe, agregó el
CDC. El organismo acotó que el equipamiento de protección personal
(EPP) era el último en la lista de control de la influenza, en
parte debido a que sólo funciona cuando se utiliza sistemática y
apropiadamente. "La atención cuidadosa a la eliminación de exposiciones
potenciales, controles de ingeniería y controles administrativos
reducirán la necesidad de descansar en EEP, incluyendo los
respiradores", dijo CDC. "Esta es una consideración especialmente importante durante
el actual año, cuando la escasez de respiradores ya ha sido
informada por muchas instalaciones de salud", agregó. VACUNACION A TRABAJADORES DE SALUD Las máscaras respiradoras N95 son consideradas la mejor
protección contra los virus aunque son escasas, deben ajustarse
apropiadamente y son incómodas. La Sociedad para el Cuidado de Epidemias de Estados Unidos
(SHEA, por su sigla en inglés) alabó la decisión. "Realmente podríamos poner a los trabajadores de la salud en
un riesgo mayor al reducir aún más un suministro que ya es bajo
de un instrumento que es necesario para procedimientos de alto
riesgo, como una broncoscopía, usándolo para el cuidado diario",
dijo el doctor Mark Rupp del Centro Médico de la Universidad de
Nebraska, presidente de SHEA. "La mejor ciencia disponible no deja dudas de que la mejor
manera de proteger a la gente es vacunándola", afirmó. El CDC ha aconsejado alentar a los trabajadores de la salud a
vacunarse contra la H1N1. Generalmente, sólo un 40 por ciento de
los enfermeros, doctores y técnicos son inmunizados contra la
influenza estacional. "Para mejorar la participación, se debe ofrecer la vacunación
al personal de salud libre de cargos y durante las horas de
trabajo. Deberían considerarse campañas de vacunación con
incentivos como loterías con premios. Las instalaciones de salud
deben requerir al personal que rechace la vacunación completar un
formulario de declinación", evaluó la CDC. Las políticas liberales de licencia por enfermedad animarán a
los trabajadores a quedarse en casa con sus gérmenes, y poner
letreros puede recordar a los trabajadores y visitantes cómo
evitar expandir el contagio, concluyó.
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